¿Sabes lo que es el ratopín rasurado, o rata topo desnuda? Bueno, es un mamífero muy curioso. Probablemente, el ser vivo más feo que existe sobre la faz de la Tierra. Es como un ratón pequeño, más que una mano, pero no tiene pelo, así que te recuerda un poco a los gatos egipcios, y tiene dos dientes como Nosferatú. Sin embargo, tú sabes el dicho, ese que dice: "la suerte de la fea, la guapa la desea". Para que veas que en la vida no se puede tener todo y claro, el animal más feo, es el que más ventajas tiene sobre el resto para su supervivencia.

Pues en este caso ratopín podría usarlo porque como animalito es peor que "pegarle a un padre", como se suele decir, pero tienen algo que los humanos ansiamos: el secreto de la longevidad. Los ratopines son feos en cuanto a su apariencia, pero saben de qué va esto de la vida. En la mayoría de los mamíferos las hembras nacemos con un número finito de óvulos, por eso llega un punto en el que nuestra edad reproductiva pasa a mejor vida. Sin embargo, las reinas de la rata topo siguen pudiendo procrear hasta una edad avanzada.

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Aquí el primero de sus éxitos. Pero hay más. La rata topo genera moléculas de ácido hialurónico a cascoporro y ya sabes que este producto es clave en el envejecimiento de nuestras células, por eso, apenas generan cáncer. El resto de seres vivos no tienen más que fastidiarse ante este hecho, pero los hombres no. Nosotros ya estamos investigando al ratopín para copiarles. Quién nos iba a decir que en este mamífero africano poco atractivo íbamos a encontrar las claves para luchar contra el cáncer y contra la infertilidad.

"Técnicas para mejorar la salud humana"

Es muy llamativa. Con sus ojitos diminutos, dientes frontales prominentes e increíble malhumor, la especie se extiende a lo largo de todo el Cuerno de África. Principalmente, en las madrigueras subterráneas que cava en Etiopía, Kenia y Somalia. En algunos países de África, la especie está tan presente que se le considera una plaga. No solo eso: parece que es prácticamente invencible. Con apenas 13 centímetros de largo, se puede escabullir prácticamente en cualquier agujero. Cualquiera le da caza.

Para el autor principal del estudio, Ned Place, de la Universidad de Cornell, este hallazgo es "extraordinario", pues "desafía el dogma que se estableció hace casi 70 años, según el cual las hembras de mamíferos están dotadas de un número finito de óvulos antes o poco después del nacimiento, sin que a partir de entonces se produzcan adiciones a la reserva ovárica". "Esto es importante porque si podemos averiguar cómo lo hacen, podríamos desarrollar nuevas dianas farmacológicas o técnicas para mejorar la salud humana", dice Miguel Brieño-Enríquez, de la Universidad de Pittsburg y coordinador de la investigación.