Érase una vez en una localidad zaragozana, llamada Quinto, donde la muerte tomaba vida. ¿Cómo te quedas si te digo que en este pequeño lugar puedes encontrarte con unas momias de lo más vivarachas? Sé que parece de película, pero no te hablo de Tutankamon. Me refiero a los 15 ejemplares que podemos encontrar en el Museo de Momias de este municipio. Más de 19.000 personas han pasado ya por estas instalaciones desde su apertura en 2018. Y es que, todos los visitantes coinciden en lo impactados que quedan. Por eso hoy pone las calles con nosotros Jesús Morales, alcalde de Quinto, que nos va a explicar el éxito de esta inquietante colección.

En primer lugar, Jesús Morales ha aclarado qué cuerpos son los que se pueden ver en la exposición y por qué: “Las momias son cuerpos de vecinos de Quinto que fueron enterrados en antiguas Iglesias parroquiales del interior. Fueron enterrados entre los años 1450 hasta 1800, y en unos trabajos de reconstrucción del edificio que quedó desbastado en la Guerra Civil, pues en sucesivas fases de restauración llegamos al año 2011 a cometer la fase interior en la que había que excavar en el subsuelo. Y aparecen esos enterramientos que sabíamos que existían, pero de los cuales no sabíamos que estaban en un estado de conservación buenísimo y que tanto de los propios cuerpos como las vestimentas con las que fueron enterradas, se mantienen en perfectas condiciones”.

¿Y de qué años datan y por qué se han conservado tan bien con el paso de los años? El alcalde de Quinto nos ha resuelto la duda: “Todos los cuerpos que exponemos, estamos hablando de entre 1750 y 1820 aproximadamente, el motivo por el que los hacemos es porque sabemos la ropa con la que fueron enterrados. Son los cuerpos que estaban en la capa más superficial, por lo tanto fueron los últimos en ser enterrados, y luego porque gracias a la investigación que ha hecho Antonio Jardiel, que es un vecino del Quinto colaborador del Ayuntamiento, pues sabe los enterramientos que se produjeron en el edificio gracias a los parroquiales y más o menos por el tipo de vestimenta y donde estaban enterrados pues se ha podido datar los años de fallecimiento de estas personas”.