La investigación de la Universidad Oberta de Catalunya ha llegado a la conclusión de que la cooperación ha sido, fundamentalmente, la que permitido que todos los sanitarios fuesen capaces de adquirir los conocimientos necesarios para adaptarse a esta situación tan extrema que nos ha impuesto la COVID-19. Y es que si ha dejado algo en todos nosotros esta pandemia ha sido, precisamente, un aprendizaje informal que jamás olvidaremos.

Para hablar sobre estas cuestiones ha venido a Poner las Calles, con El Pulpo, Clara Selva: investigadora de los Estudios de Piscología y Ciencias de la Educación de la Universidad Oberta de Cataluña. La investigadora insistía en que la colaboración ha sido necesaria para conseguir muchas de las cosas que hemos logrado durante estos últimos meses: “ha sido clave […] las organizaciones han dejado de trabajar desde las estructuras piramidales, han roto sus estructuras y han colaborado y han dejado fluir el aprendizaje que esto ha sido lo más relevante, esta cadena de aprendizaje”.

Además, Clara le confesaba a El Pulpo que, tras hacer la investigación oportuna, se dieron cuenta de que “esta pandemia nos ha dejado un gran aprendizaje. Los profesionales, su experiencia y su bagaje han sido fundamentales para transformar la sociedad, los hospitales y el mundo tal y como lo conocíamos a día de hoy”.

Aunque la investigación había nacido mucho antes de que la COVID-19 nos arrebatase la normalidad, Clara explicaba que, una vez que surge la pandemia ponen “el foco en cómo la informalidad está dando espacios de participación a muchos interlocutores que propician que surjan formas democráticas de avanzar […] estamos viendo en una situación de crisis cómo salen otras formas de cooperación y organización cooperativa”.