Algo que hace apenas unos meses nos parecía algo extraordinario y que nos llamaba la atención cuando veíamos a alguna persona, sobre todo chinos y japoneses, que la llevaba para no contagiar una posible enfermedad a otra persona, ahora ya es algo común entre la mayoría de los mortales. En poco tiempo se ha convertido en una prenda indispensable para poder tener una vida lo más normal posible. Además de ser muestra de responsabilidad social. El problema es que las mascarillas cuestan dinero y no todo el mundo puede disponer de las que necesita. Por eso hoy te vamos a hablar de una iniciativa que nos ha parecido un gran gesto. La donación de 4 millones de mascarillas en las zonas más afectadas de Madrid por la COVID-19.