Macu Gortázar, psicóloga: "Si ves este comportamiento, vas a tener una relación tóxica con esa persona"
¿Por qué algunas personas encadenan relaciones tóxicas una y otra vez? ¿Es cuestión de mala suerte o hay algo más profundo detrás?

Bea Calderón y la psicóloga Macu Gortázar hablan sobre las relaciones tóxicas
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Las relaciones tóxicas son una realidad más frecuente de lo que parece, y no solo en el contexto de pareja. Muchas personas se ven atrapadas en vínculos que, lejos de fomentar su crecimiento, los limitan, los hieren y los desgastan emocionalmente. ¿Pero por qué algunas personas parecen encadenar relaciones tóxicas una y otra vez? ¿Es una cuestión de mala suerte o hay algo más profundo detrás de este patrón? Macu Gortázar, psicóloga y experta en el tema, explicó en Poniendo las Calles que la respuesta no es tan simple como parece y que, detrás de estas relaciones, se esconden factores emocionales, psicológicos y, a menudo, familiares que merecen una reflexión profunda.
Una de las razones más comunes por las que algunas personas caen en relaciones dañinas es la baja autoestima. Macu Gortázar lo explica de forma clara: "Si tú no conoces otro tipo de relación y lo que es más importante, si tú acabas pensando que mereces ese tipo de trato, pues porque posiblemente... piensas que no eres merecedor de pedir lo que realmente necesitas". Esta creencia errónea puede hacer que la persona no se sienta capaz de buscar algo mejor, y termine idealizando lo que no es saludable, confundiendo la intensidad de la relación con afecto genuino.
Según la psicóloga, las relaciones tóxicas, muchas veces, se empiezan a gestar sin que la persona se dé cuenta, como una serie de comportamientos cada vez más sutiles pero dañinos. "Lo normal es que los comportamientos tóxicos vayan viniendo de manera progresiva", comenta Gortázar, lo que hace aún más difícil reconocerlos. Este patrón de dependencia emocional y la tendencia a no poner límites o a "normalizar" ciertas conductas dañinas son características comunes en aquellos que repiten estos ciclos.

Pareja comiendo yogurt helado
Además, Gortázar señala que el estilo de apego influye directamente en las relaciones que se establecen en la adultez. "Si nosotros, cuando éramos pequeñitos, hemos establecido una relación algo tóxica con nuestros padres, pues es muy probable que ese sea el modelo de relación que nosotros aprendemos en el futuro", explica la psicóloga. Los niños que crecen en entornos familiares inestables o que no reciben el cariño y la atención emocional necesaria desarrollan un apego inseguro que puede llevarles a elegir parejas que repliquen esas dinámicas tóxicas.
Base de los vínculos dañinos
La familia juega un papel crucial en la formación de los vínculos emocionales. Gortázar destaca que los niños que crecen con padres ausentes emocionalmente o con figuras sobreprotectoras, que no les permiten desarrollarse de manera autónoma, tienen más probabilidades de caer en relaciones problemáticas. "Nosotros... no dejamos a nuestros hijos tomar sus propias decisiones o intentamos hacer que nuestros hijos sean a nuestra imagen y semejanza", comenta. Esto crea una dependencia emocional que, cuando se lleva al ámbito de las relaciones sentimentales, puede dar lugar a vínculos con personas que también están emocionalmente dañadas o que, inconscientemente, refuerzan patrones tóxicos.
Por otro lado, los traumas infantiles, como la falta de gestión emocional por parte de los padres, también pueden ser un factor determinante. "Niños y niñas cuyos padres han tenido dificultades para gestionar sus propias emociones... al final no sirven de ejemplo de gestión emocional para ellos mismos", señala Gortázar. Esta falta de un modelo emocional saludable puede perpetuar la falta de habilidades para reconocer y gestionar los propios sentimientos, lo que dificulta la identificación de relaciones tóxicas en la edad adulta.
Cómo reconocer una relación tóxica
El primer paso para evitar caer en una relación tóxica es aprender a identificar los signos de manipulación y falta de respeto. Macu Gortázar resalta que muchas veces los comportamientos tóxicos se introducen de manera gradual, haciendo que la víctima no se dé cuenta de lo que está sucediendo. "Si tienes la autoestima más bien baja y empiezas a tolerar, por ejemplo, la pasivoagresividad... eso es algo que tú dices, 'oye, pues en una discusión de pareja es bastante habitual', pero yo no lo paro o no soy capaz de salir de ahí", explica la psicóloga.

Un hombre sostiene la barriga de su bella pareja embarazada en una playa del País Vasco
Una vez que la persona se da cuenta de la toxicidad de la relación, es fundamental trabajar en la autoestima. Gortázar señala que el trabajo terapéutico no debe centrarse en decirle a la persona lo que debe hacer, sino en ayudarla a identificar sus necesidades y deseos, fortaleciendo su propia imagen y confianza. "Lo que hay que buscar es que esas personas entiendan dónde están y decidan un poco hacia dónde quieren ir", explica la psicóloga.
Salir de una relación tóxica es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, pero, como señala Gortázar, el primer paso es reconocer que se merece algo mejor y aprender a establecer límites emocionales saludables.