Tejiendo relaciones en el barrio de Judimendi, donde niños de más de 30 nacionalidades van juntos al colegio

Karina es una venezolana de 43 años que vive en Vitoria desde hace 4 años con su marido y sus dos hijas, de 7 y 12 años. Tanto ella como su marido consiguieron el permiso de trabajo hace tan solo 1 año, pero ella aún no ha conseguido trabajo. Viven en Judimendi, uno de los barrios más populares de Vitoria, con algo más de 5.000 habitantes. En el colegio público al que van sus hijos, estudian niños de hasta una treintena de nacionalidades. Fue allí donde conoció la iniciativa que han puesto en marcha entre el colegio y la parroquia: un taller de costura para las madres migrantes que llevan a sus hijos al colegio.

El objetivo de este taller es que las madres, con la excusa de coser, se conozcan mejor entre ellas, aprendan el idioma y puedan integrarse en la vida del barrio. Karina nos cuenta que ella está disfrutando mucho con esta iniciativa aprendiendo ganchillo que no sería posible sin la paciencia y las ganas de enseñar de Carmen y de Tina, las monitoras de este curso de costura.

Carmen Alonso, que así se llama esta vitoriana que tuvo la idea de montar este taller de costura, nos cuenta que es un barrio tremendamente participativo en el que todas las instituciones trabajan conjuntamente, también la parroquia y que este colegio es uno de los dos únicos de Vitoria que ofrecen educación en castellano, el principal motivo por el que la mayoría de alumnos extranjeros que llegan a Vitoria acaban escolarizados en Judimendi, aunque no vivan en el barrio.

En Judimendi apenas hay problemas de integración porque sus vecinos tienen muy claro que tienen que trabajar para que todos se sientan parte del barrio. Esa soledad que sobrevuela Judimendi, el barrio de Vitoria del que estamos hablando, es la misma que hay en muchos de los barrios de este tipo que hay en nuestras ciudades, con población envejecida... y este taller de costura también quiere ponerle solución. Es lo que le sucede a Tina, otra de las monitoras de este curso. A ella siempre le han gustado las labores y, desde que se jubiló, buscaba un voluntariado que le permitiera ayudar y, a la vez, ocupar parte de su tiempo libre.

Tina nos cuenta que, ha sido tanto el éxito del taller que, empezaron con un día a la semana y han tenido que hacerlo 2 días a la semana porque les sabía a poco. Ezéferin es de Venezuela y es otra de las alumnas de este cursos de costura. Llegó a España hace 8 meses con su marido Lin y sus dos hijos Gregorio y Jesús, de 10 y de 7 años. Hasta hace cuatro días no tenía los permisos de residencia y trabajo. Ezéferin no ha parado de buscar trabajo desde el día que llegaron al barrio. Ella ha sido médico en su país durante 11 años y ya le han dicho que pronto le llegarán ofertas también para trabajar en nuestro país. En este tiempo en el que ella y su familia han estado sin papeles, también les ha costado encontrar un lugar donde vivir. Incluso han llegado a pasar noches en la calle. Por suerte, siempre han recibido ayuda de los profesores del Colegio Judimendi.