A todos nos encanta salir a comer fuera de casa o viajar en avión, pero muchas veces estas situaciones no se pueden disfrutar del todo, sobre todo cuando se tienen niños pequeños. Muchos optan por darles una pantalla para que estén entretenidos y la verdad es que parece funcionar.

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Pero los pediatras recomiendan que los más pequeños, los niños menores de 18 meses no estén expuestos a tantas pantallas. El pediatra José Ignacio Arana explica que se trata de  "impulsos luminosos que pueden dañar la vista en condiciones normales y si además el niño padece algún cuadro epiléptico, puede ser el desencadenante de alguna crisis”.

Cuando los niños van creciendo comienzan a desarrollar adicciones a estos aparatos. Dos de cada tres jóvenes españoles consultan el móvil cada hora. Algo que preocupa mucho a los padres pero, por eso  el doctor Arana considera que son quienes deben de poner los límites. “La adicción de los niños no parte espontáneamente de ellos, por mucho que sean nativos digitales. Es algo que está fomentado por los padres como una forma de entretenerles y no dedicarles atención”.

Pero no todo son inconvenientes. Cada vez más centros educativos incluyen las pantallas en sus aulas como una herramienta más de aprendizaje. Sara García profesora de niños de 8 años asegura que utilizan este método "como herramienta en el aula que da una oportunidad para un aprendizaje más óptimo”.

Aun así, dice que los profesores son conscientes de los peligros que puede tener un acceso fácil y libre a Internet, sobre todo cuando son pequeños.

Por eso es bueno que los niños tengan límites y que se controlen las horas que pasan pegados a la pantalla.