Todas las miradas y la atención están puestas este viernes y, lo estarán durante todo el fin de semana, en el Palacio de la Moncloa. La incógnita es saber quénes serán los nuevos ministros y cuántos ministerios tendrá el nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez.

Las quinielas y conjeturas se suceden. Se elucubra con que el gabinete será más reducido, menos ministros que también elaborarán menos leyes para evitar que sufran un vuelco en el Parlamento.

¿Quiénes suenan para ocupar las carteras ministeriales?

Algunos de los que aún están en funciones y que han sido miembros del anterior gobierno de Sánchez, está claro que están ya de salida. A esta hora, nadie en el PSOE tiene una idea cierta o, al menos, confirmada sobre con quién contará Pedro Sánchez.

Las quinielas corren libremente pero con nombres fijos en todas ellas. Las tres vicepresidentas, incluida Nadia Calviño, a la espera del buscado salto al Banco Europeo de Inversiones.

En la misma línea estaría asegurada la continuidad de María Jesús Montero en Hacienda y José Manuel Álvares al frente de Exteriores. Además de Félix Bolaños, Pilar Alegría o Margarita Robles, aunque los tres podrían cambiar de carteras.

A partir de ahí, en el círculo presidencial más cercano avisan de que Pedro Sánchez está desplegando contactos, con piezas por ajustar, antes de desencadenar la remodelación del gobierno en el que debe encajar, además, esa pata de Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz.

La expectación es máxima, así como los nervios y los teléfonos de los socialistas echan humo. Se cree que mañana mismo caigan por goteo titulares del nuevo organigrama de forma oficial o extraoficial y que el sábado o ya el domingo comparezca Sánchez para anunciar su gobierno.

Perfiles más políticos

Sánchez afronta un mandato marcado por la polarización y con una negociación constante con los separatistas. Con este escenario preconcebido, los socialistas esperan del presidente que prime, en buena medida, el perfil político, ideológico sobre el técnico, con apuestas sólidas en las que Pedro Sánchez pueda pertrecharse ante una legislatura ya definida por muchos de combate y de limitada producción legislativa.

Una reforzada agenda internacional será el refugio de Sánchez, lo que le servirá para cobijarse del desgaste.

Si todo sigue su ritmo, el lunes los nuevos miembros del ejecutivo jurarían o prometerían sus cargos ante el Rey y el martes celebrarían su primera reunión de gabinete en el primer Consejo de Ministros de la nueva legislatura.