Ingenio tenía la misión de tomar fotografías de la superficie terrestre. Esas imágenes se iban a utilizar en aplicaciones en cartografía, control de cosechas y desarrollo urbano. También para el seguimiento de emergencias como por ejemplo inundaciones, incendios o terremotos. Ingenio, así se llama el satélite español que se perdió ayer tan sólo ocho minutos después de su despegue.

Este satélite es el mayor proyecto en el que se había embarcado la industria nacional con un coste de 200 millones de euros. Su lanzamiento se hizo desde Kourou, en la Guayana Francesa, a las 2:52 de la mañana.

Ocho minutos después, el satélite español para la observación de la Tierra Ingenio se perdía en el cielo y todo por algo tan simple como la incorrecta instalación de los cables en un sistema de control. Un fallo humano. Suena de película, pero ha pasado.

Con Ingenio perdido en el espacio se pierden años y años de trabajo. Tantos como desde el 2005, porque el proyecto se aprobó en ese año. Y quien ya trabajaba allí entonces era Miguel Mas, investigador del centro de Astrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.

En 'Mediodía COPE', el Miguel Mas ha explicado el ahorro que supondría hacer una copia de Ingenio: “A nivel técnico, si queremos tener toda la capacidad que tenía hay que volver a hacer otro. Es mucho más barato hacer una copia porque ya están los diseños, ya están las pruebas, ya está todo verificado y el sistema de control aquí en el INTA está ya montado y puede funcionar en cualquier momento, hacer una copia sería muchísimo más barato por supuesto”.

Pero de cualquier manera, tal y como apunta el especialista, “el Gobierno tendrá que valorar y decidir, tendrá que ver si encuentra los fondos adecuados y si está justificado utilizarlos”.