El fuerte calor de los últimos días se ha intensificado este jueves coincidiendo con el inicio de la primera "ola de calor" del año, y aún lo hará más el viernes cuando los termómetros superen en algunos lugares los 42 grados.

Nuestro cerebro funciona correctamente hasta 35 y 40 grados centígrados, por encima de estas temperaturas algo empieza a fallar. Es entonces cuando el cansancio, la apatía, el mal humor o la irritabilidad se hacen con nosotros.

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"Los seres humanos somos muy sensibles a los cambios climáticos, unos más que otros por supuesto” explica la doctora Marisa Navarro, terapeuta y autora de los libros, 'La Medicina Emocional' y 'El efecto tarta' en 'Mediodía COPE'.

La doctora explica que nuestro cuerpo tiene que mantener una temperatura que oscile entre los 36 y 37 grados, por lo que cuando se producen cambios bruscos de temperatura nuestro organismo tiene que realizar un gran esfuerzo para regularla, lo que hace que nos sintamos más cansados y agotados.

Por otro lado, la temperatura que el cuerpo necesita para poder descansar por la noche es de 21 grados. Cuando se supera se produce una hiperexcitación cerebral, que hace que nos cueste más conciliar el sueño.