Lo acaban de denunciar los comerciantes del centro de Barcelona: están aumentando los robos con la vuelta del turismo.

Está pasando en Barcelona, pero los robos son un problema generalizado. Suponen más de 1.800 millones de euros al año en pérdidas para el sector comercial. Se presentan 700.000 denuncias al año de media. Y cuando les preguntan a los comerciantes, todos dicen que se sienten indefensos por la impunidad con la que actúan los ladrones, la mayoría multirreincidentes.

Los ladrones actúan con muchos modus operandi. Uno de ellos, por ejemplo, es “El chicle”. Lo utilizan en joyerías. Te cuento cómo lo describe la Policía Nacional: El delincuente pega un chicle bajo el mostrador y cuando le muestran las piezas, roba una y la pega a la goma de mascar. Después, un cómplice entra al comercio haciéndose pasar por cliente y recoge la joya pegada en el chicle.

Nos vamos a ir ahora al barrio madrileño de Parla porque según la patronal de las aseguradoras, encabeza el ranking de las localidades de España donde es más probable que atraquen en una tienda.

Luis López tiene una ferretería en este barrio. Se llama LUALDASA y lleva 10 años abierta. Conoce a los ladrones por dos lados: uno por el de los hurtos en su negocio y otro porque en su ferretería compran utensilios muy sofisticados que suena a que van a utilizar para robar.

Este empresario ha explicado en Mediodía COPE cómo intentan evitar los pequeños hurtos diarios en su ferretería: “Hemos cambiado la ubicación de la tienda precisamente para evitar que el cliente pasee solo por la tienda y así pues dependen un poco de nosotros en la acceso a las estanterías”.

El presidente de la Confederación Española de Comercio, Pedro Campo, explica que están pidiendo modificar el Código Penal para que la multirreincidencia tenga consecuencias.