Pilar García Muñiz: “Ya veremos cuál es la diferencia entre el voto solicitado y el emitido”
Escucha el monólogo de Pilar García Muñiz de este viernes 14 de julio en 'Mediodía COPE', en el que reflexiona sobre las dificultades del voto por correo

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El director de operaciones de Correos, José Luis Alonso Nistal ha confirmado en Herrera en COPE que se han recibido al rededor de 2'6 millones de solicitudes de voto por correo para este 23J. Es un dato histórico. Es un 95% más que las solicitudes que hubo en las últimas generales y un 80% más que en las elecciones del 26 de junio de 2016. Hasta ahora esos comicios tenían el record del voto por correo, precisamente porque ya cayeron en verano aunque todavía no era periodo vacacional. Estas de julio ya han pulverizado los datos.
A partir de ahora la clave es la siguiente: Una vez que pides el voto a Correos ya no puedes acudir presencialmente al colegio electoral. Así que, si quieres ejercer tu derecho al voto, dependes de conseguir la documentación que te manda correos y luego formalizarla en una oficina postal.
El dato que tenemos ahora son las solicitudes. Pero, ¿cuántas se van a convertir en voto real? Por el momento, Correos calcula que ya se han formalizado un millón y medio de papeletas. Ahora bien, queda de plazo hasta el 20 de julio, y centenares de oficinas van a abrir todo este fin de semana.
Según la empresa pública, a diario se están tramitando entre 250.000 y 300.000 votos. Si lo multiplicamos por 6 días que quedan de plazo, serían, al menos, millón y medio de votos los que se van formalizar.
Es decir, si damos por buenos los datos, daría tiempo a que todo el mundo pueda hacer la gestión. En eso insistía esta mañana el director de operaciones de Correos, que garantiza el proceso. Aquí habría que matizar... Una cosa es que todo el que quiera votar reciba la documentación y otra es que la reciba a tiempo porque lo que está pasando es que a muchas personas la documentación les está llegando o les va a llegar cuando ya se han marchado.
Es verdad que se puede modificar la dirección de envío en una oficina postal pero mucha gente, una vez que está de vacaciones, ya no hace este trámite y se queda sin votar. ¿Cuántos pueden ser? Pues ya veremos cuál es la diferencia entre el voto solicitado y el que al final se ha emitido. La crítica puede estar en aquellos que habiendo solicitado el voto con tiempo no hayan podido ejercer su derecho porque la documentación les ha llegado cuando ya no estaban en casa. Esos sí que pueden pensar que a Correos le ha pillado el toro pero la cornada se la han llevado ellos.