Es la conversación recurrente a estas horas, el gran dilema de muchas familias en este país: ¿qué hacemos en la Nochebuena? A muchos, la variante 'ómicron' les ha impuesto una respuesta, cancelar la cena navideña por positivos en casa.

Otras familias albergan las dudas y se encomiendan al resultados de los test de antígenos y el PCR. Al final, todos estamos, en estas horas, haciéndonos de nuevo a la idea de volver a la mascarilla obligatoria también en exteriores. Salvo que estemos haciendo deporte o paseando por el campo y podamos tener distancia de seguridad. Ahora entraremos en detalles y también en esa última hora: las regiones del norte de España, las más afectadas por el Covid-19, estudian una serie de medidas conjuntas para afrontar esta ola.

Es la comidilla nacional, casi el monotema. La ola de coronavirus a un día de la Nochebuena y en medio de toda esta incertidumbre, una luz al final del túnel. La reforma laboral, el marco por el que se regulan los contratos de trabajo de millones de españoles va camino del acuerdo. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha dado el visto bueno al borrador después de meses de negociación y, sobre todo, desencuentros de todo tipo. Y como última hora añadimos que el sindicato UGT también da el visto bueno. Solo faltaría Comisiones Obreras.

El acuerdo, que está por rubricarse, puede llegar sobre la bocina, junto antes de que se cumpla este año el 31 de diciembre, que es el límite para presentar el documento en Bruselas. Si ese día no hay firma, se aprobará sin consenso, a las bravas.

Esto es un matiz importante porque las ayudas del fondo europeo de recuperación que debe recibir España (unos 14.000 millones de euros) están condicionadas a esta reforma laboral. Por eso no se ha derogado, por mucho que se lo prometiera Sánchez por escrito a Podemos.

Sí se ha variado. Recoge entre otras cosas la recuperación de la ultra actividad, es decir, la prórroga inmediata de los convenios que caduquen mientras empresa y sindicatos negocian uno nuevo. Además, se pone coto a la temporalidad y se propone el sistema Red, es decir, ERTE ligados a situaciones de crisis como la actual, con una duración máxima de un año.

Si todo va bien y nada se tuerce, el próximo 28 de diciembre, el Consejo de Ministros dará luz verde a la reforma. Repito, si nada se tuerce, porque por ahora es el visto bueno a un borrador.