A las puertas del fin de semana, puente de Todos los Santos con el lunes festivo en seis comunidades autónomas, a esta hora estaríamos hablando de operación salida y de una previsión de 5 millones de desplazamientos por carretera. Hoy el titular es muy diferente. Más de 40 millones de españoles están confinados. En el mejor de los casos pueden moverse en el interior de su comunidad, pero no en todos es posible. Por ejemplo, en Cataluña, donde además del aislamiento regional, durante los fines de semana aplican un confinamiento municipal. Ese es el ámbito de la restricción.

En el caso de Madrid, finalmente se ha impuesto la tesis de Ayuso y no la de Salvador Illa. Las restricciones generales a la movilidad se centran sólo los dos puentes que tienen por delante y las levantan los días laborables. Y lo último que hemos conocido hoy son las limitaciones en Galicia. No habrá un confinamiento general de toda la comunidad, pero sí de las 7 áreas urbanas más pobladas.

En ese mapa de la España confinada solo se libran Canarias, Baleares y Extremadura, donde no se aíslan perimetralmente. La Junta extremeña lo que pide es reforzar los controles. ¿Para qué? Para que los que han dado positivo por coronavirus no se salten la cuarentena, una situación cada vez más repetida. Es ahora mismo la irresponsabilidad más extendida con consecuencias demoledoras.

Sobre la situación económica

Además, de los confinamientos, hoy hemos conocido el dato del producto interior bruto de España, que es el indicador que mejor retrata a la economía de cualquier país. Con la que tenemos encima, el Gobierno tiene todavía hueco para presumir de que es una cifra histórica. Y es cierto que es el mejor dato de la serie histórica.

La economía española repuntó un 16,7% en verano y es evidente que tiene una explicación. Viniendo de donde veníamos, con un severo confinamiento domiciliario en primavera, con la campaña de verano de por medio, era esperado el subidón, que es insuficiente. Aquí hay que hacer un ejercicio comparativo y que ha evitado la ministra Calviño. Se lo ha sugerido en Mediodía COPE, José María García Alonso, que es catedrático de Economía Aplicada, que ha dicho: “¿Por qué no lo compara con el tercer trimestre del año anterior? Entonces las cosas serían completamente distintas".

Porque cuando acabe el año -y ya solo quedan dos meses- España va a cerrar el ejercicio con una caída anual del PBI por primera vez desde 2013. Aunque el de hoy sea un buen dato, no está el panorama para presumir.