La Iglesia pide en la Conferencia de la ONU de Sevilla que se condone la deuda a los países en desarrollo: "Lastra la vida económica"

El obispo auxiliar de Sevilla, Ramón Valdivia, participa en la mesa redonda bajo el título 'Justicia y dignidad, jubileo de la esperanza y financiación para el desarrollo'

José Melero Campos

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El 41 por ciento de las personas de todo el mundo no tienen acceso a servicios vitales, es decir, agua potable, electricidad, educación o sanidad. Y es que, aunque el 80% de la nueva deuda mundial en 2023 procedía de los países ricos, son las naciones en desarrollo las que asumen los costes más elevados, con tipos de interés hasta doce veces superiores.

Desde este lunes, 30 de junio y hasta el 3 de julio, se va a celebrar en Sevilla la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU. Una cita que la Iglesia quiere aprovechar para pedir condonar la deuda de los países que nunca podrán saldarlas.

Durante esos días se van a celebrar distintas ponencias y mesas redondas, a las que incluso el Premio Nobel de Economía en 2001 Joseph Stiglitz ha confirmado su asistencia. Además, se celebrará una Vigilia Especial presidida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses.

Una petición que no es nueva, ya que el Papa Francisco ha hecho esta reivindicación meses antes de la cita, el pasado 1 de enero. También en las últimas horas el Dicasterio para el Servicio Humano Integral publicaba un documento donde decía que perdonar la deuda ecológica a los países más pobres no es un acto de generosidad, sino de justicia.

“La deuda lastra la vida económica de esos países que deben ser beneficiarios"

Para hacer llegar este mensaje a la Conferencia Internacional de la ONU, las principales organizaciones eclesiales de nuestro país han preparado una serie de eventos. En uno de esos actos participa el obispo auxiliar de Sevilla, Ramón Valdivia, este miércoles, 25 de junio. Concretamente una mesa redonda, bajo el título 'Justicia y dignidad, jubileo de la esperanza y financiación para el desarrollo'.

En 'Mediodía COPE', Valdivia ha precisado que el concepto de deuda está dirigido a “una reconvención de lo que tendrían que ser los créditos que se otorgan a los países, pero esos países no tienen capacidad para sostener los intereses que esos créditos se han otorgado”.

En este sentido, el obispo auxiliar de Sevilla subraya que el documento vaticano recoge que en esta deuda de los países con menos recursos “hay una trampa en la que el pago de los intereses drenan los recursos públicos que deben destinar los gobiernos a los países en desarrollo” para, de esta manera, satisfacer sus recursos esenciales como sanidad o educación. “La deuda lastra la vida económica de esos países que deben ser beneficiarios”, ha agregado.

Además, ha recalcado que estos créditos han ido aumentando históricamente desde “la descolonización a mitad del siglo XX, con lo cual agrava la capacidad económica de esos países y de las familias que pertenecen a esos países”, ha lamentado.

"El 80% de las emisiones provienen de los países del G-20"

Frente a esta realidad, la Iglesia aboga por reestructurar la deuda implementando mecanismos para que la financiación internacional sea más sostenible y solidaria. De ahí que la Santa Sede proponga una compensación mediante el concepto de “la deuda ecológica”, sustentando en el hecho de que el 80% de las emisiones provienen de los países del G-20, entre los que se encuentra China, EEUU o la Unión Europea.

“Los más industrializados son los que generan estas emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso hay que intentar de alguna manera que haya elementos de compensación entre la deuda financiera y la deuda ecológica, sería uno de los elementos que justifiquen por justicia la condonación de esta deuda financiera”, ha remarcado Valdivia.

El obispo auxiliar de Sevilla ha añadido que la deuda de los países en desarrollo “afecta a una capacidad para poder vivir en libertad y en serenidad”.

Cuando nos encontramos incluso familiarmente con una deuda, la vida se nos estrecha más. El no tener capacidad de recursos es un elemento que va a transformar la vida de esas naciones”, ha puntualizado.