Ni pasaporte, ni rellenar ningún cuestionario, solo te basta con tu DNI: así de fácil es viajar a cualquier destino de la Unión Europea. Una vez que llegas, lo único que tienes que hacer es recoger tus maletas y prepararte para disfrutar del lugar.

Y eso todo gracias a que, los países de la Unión Europea y algún otro como es el caso de Noruega, pertenecemos al Espacio Schengen. Esto quiere decir, entre otras cosas, que hay libertad de movimiento y que en las fronteras no nos vamos a encontrar con controles.

Claro, que la cosa cambia si queremos viajar a cualquier país fuera de ese entorno. En Estados Unidos tendremos que rellenar la autorización ESTA, para viajar a Reino Unido llevaré el pasaporte, y si nos vamos hasta Perú, nos entregarán una tarjeta que prueba que estamos en el país y que devolveremos cuando nos vayamos.

---

---

Pero la cosa está muy cerca de cambiar en los destinos fuera de la Unión Europea, porque se espera que para mayo de 2023, la forma de controlar estas fronteras cambien.

¿Cómo? Pues con una tecnología pionera en la que el reconocimiento facial sea el centro de control y se agilicen las colas.

Un nuevo sistema para garantizar la seguridad

40 segundos: este es el tiempo aproximado que vas a tardar en un aeropuerto fuera de la Unión Europea cuando te pidan el papeleo requerido para entrar en tu destino. Y es que, con este sistema de entrada automatizada, todo el proceso se va a agilizar.

Nada más salir del aeropuerto, nos encontraremos con unas máquinas en las que se nos pedirán nuestros datos: el pasaporte. La información que sacará de ahí, está en nuestro chip, tales como nombre y apellidos, rostro, o huellas dactilares.

Necesitará, eso sí, de una doble comprobación, por lo que, a continuación, una cámara nos analizará nuestras facciones y comprobará si se corresponde con la que aparece en el chip del pasaporte.

“Esos datos son mandados inmediatamente a Bruselas para decir que esa persona ha cruzado la frontera y está en la zona Schengen. Si existen discrepancias, te piden que captures los datos de tu huella dactilar” explicaba a COPE Miguel Mendoza, el director comercial de Thales Group dentro de la división de equipamiento biométrico. Es la empresa que, junto a Zelenza, han desarrollado esta tecnología.

Eso sí, tal como nos explicaba, su desarrollador, la “última palabra” la tiene siempre el agente de control de fronteras, ya que, en caso de discrepancia, la máquina le avisará y será él quien compruebe los datos.

“Es como ocurre en Estados Unidos” nos explicaba. Y, como parte final, a los viajeros se les realizará un cuestionario en donde expliquen cuál es el motivo del viaje y datos sobre el viajero en relación con el destino.

Pero, claro, a muchos usuarios les preocupa cuál va a ser el tratamiento que se le dé a sus datos.

Una tecnología que protege la intimidad y sin posibilidad de fraude

Tal y como nos explicaban desde Thales Group, este sistema protegerá la intimidad de los usuarios hasta el extremo, salvaguardando los datos que proporcionen.

“A estos datos solo pueden acceder las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, no hay empresa comercial que pueda acceder a estos datos, son propiedad de los gobiernos, de la administración” nos explicaba a COPE Miguel Mendoza.

“La intimidad queda completamente preservada” sentenciaba, al mismo tiempo que nos contaba que, ni siquiera ellos, los desarrolladores, podrían acceder a estos datos.

Por cierto, que nos contaba en COPE que, a este sistema, hay pocos flecos que se le escapan, ya que está preparado para reconocer incluso los cambios físicos de las personas, ya sea por operaciones estéticas, paso del tiempo o elementos ornamentales.

“Está preparada para soportar cambios físicos de la persona, como utilización de máscaras...Aunque 100% no hay ningún sistema seguro, por eso la necesidad de hacer una doble comprobación biométrica” nos contestaba.

“Estos sistemas se desarrollan para evitar el fraude, es la característica principal” sentenciaba, explicándonos que el sistema que han desarrollado garantiza total seguridad.

Un sistema que, como nos recordaba Miguel Mendoza, tendrán todos los países de la Unión Europea, ya que se encuentra en el marco de un acuerdo común.

De momento, solo nos queda probarlo y sabemos que será, según nos han comentado, para la primavera del año que viene.