Lo que hay en nuestro cuerpo que determina nuestra ideología política: pocos le prestan atención
Los seres humanos compartimos el 99% de nuestra genética; 99,5% entre familiares directos
La ideología política en nuestro ADN
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¿Te has preguntado alguna vez por qué hay personas más sociables que otras? ¿Qué hace que a alguien se le dé bien las matemáticas y que otros fracasen en los estudios? ¿O por qué motivo unas personas son más conservadoras y otras más progresistas? Pues todo esto, o en parte, es debido a nuestro genoma, el ADN, la base de la individualidad y de la singularidad humana.
Toda esa información que está registrada en el genoma, si la lleváramos al papel, es decir, si escribiéramos toda la información que contiene, nos saldrían 3 millones de páginas. Para entender la importancia de la genética en nuestro día a día, Rubén Colom, profesor de Psicología Diferencial y Neurociencia de la Universidad Autónoma de Madrid, se pasa por La Tarde.
Representación del ADN
El 0,1% que nos hace únicos
"Muchos estudios aseguran que nuestra ideología viene determinada por la genética"
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De esas 3 millones de páginas, todos compartimos el 99,9%. Lo que nos diferencia es simplemente un 0,1% de toda esa información que tiene el genoma humano. Un porcentaje que varía con los familiares: “Somos humanos y compartimos una misma naturaleza por la enorme cantidad de genoma que tenemos en común, pero lo más interesante psicológica y médicamente son esas características diferenciales que nos hacen únicos e irrepetibles”, explica Colom, dejando claro que aunque el entorno es importante, realmente no es nada significativo en comparación con la genética. Si bien, solo nos diferenciamos con el resto de humanos por un 0,1%, pero en el caso de nuestros padres y hermanos, ese porcentaje se reduce a la mitad, un 0,05%.
Compartir el día con nuestros familiares no nos hace más parecidos a ellos: “Criarse juntos no hace a padres e hijos más parecidos de lo que ya serían por genética”, explica Roberto.
Imagen de archivo de dos hermanas gemelas
En el caso de los gemelos idénticos, resulta sorprendente, ya que no solo tienen un gran parecido físico, sino que comparten el 100% de su ADN. Comparten capacidades intelectuales, personalidad, incluso la capacidad de vulnerabilidad frente a los problemas. Por desgracia, si tu hermano gemelo sufre una enfermedad, probablemente tu también la acabes sufriendo, concretamente, enfermedades mentales, tal y como asegura un estudio realizado con millones de personas en Escandinavia.
Nuestra ideología viene practicamente predeterminada
Colom sostiene que la genética también interviene en campos que se suelen atribuir casi en exclusiva al entorno, como las tendencias políticas. Estudios con millones de personas apuntan que hay una base hereditaria en inclinaciones ideológicas, igual que en rasgos como la estabilidad emocional o la impulsividad. Ahora bien, ¿hay gente que fracasa en los estudios por el ADN? La respuesta es clara: “No es determinista. El ADN aumenta o disminuye probabilidades, pero no lo decide todo”, cuenta Roberto.
Sin embargo, hay un apartado en el que la genética no es determinante: el amor. En definitiva, la genética es el punto de partida de nuestra vida, por eso hay personas que tienen más facilidades para ciertas cosas y viceversa. Conocer nuestro genoma podría avisarnos para prevenir una enfermedad y estar más preparado para afrontarla, en el caso de acabar contrayendo dicha enfermedad.
Una familia da un paseo por la playa