Foto del día de Fernando de Haro: "Los diablos de Almonacid se cubren con la mitra roja de San Blas"

Foto tomada en Almonacid del Marquesado en la provincia de Cuenca. Foto tomada en la fiesta de la Candelaria. Tres grupos de hombres están reunidos entre la puerta metálica de un cochera, un bar y un localito con dos pisos que en la puerta dice con un cartel ser la sede de la Endiablada. La endiablada no es una señora que de voces, duerma en el cementerio y se golpee el pecho con piedras. La endiablada es una cofradía. Los vecinos que aparecen en la fotos llevan unos trajes que parecen pijamas, con rojos, malvas, azules y amarillos que hacen estampados de mucha fantasía. Y llevan también atados a la cintura unos cen-cen-cencerros grandes como cañones, con badajos que hacen un ruido áspero y bronco, profundo, un ruido de bestia lenta y sin entendimiento. Los diablos de Almonacid se cubren con la mitra roja de San Blas. Y esperan una señal del cencerro zumbón que es el que sirve de guía para correr por la calle con mucho alboroto y con mucho bullicio. La vacada de diablos corre y danza mientras la Virgen lleva al niño al templo. La manada de diantres y de demonios, a la que les gusta lo oscuro y las tinieblas, sale huyendo ante tanta luz. La cara de la Virgen, que ya se ha repuesto del parto y lleva en los brazos a Jesús, incendia de luz el pueblo. Rradiante el gesto, radiante la carne de la Madre de Dios. Y los demonios con sus cen-cen.cen-rros se vuelven con saltos y estrépito, con pijamas de tormento, a su calabozo oscuro.