'Alma Tierra' es un compendio de fotografías de un mundo campesino en desaparición. Es el retrato de luces tenues y sombras alargadas de lo que ahora se llama la España Vaciada.

No es para mí un mundo desconocido. Conozco cada una de esas arrugas como las que están cinceladas en la cara de Romana Pérez, 86 años y única habitante de Tierras Altas municipio de Soria.

Conozco esas arrugas tan parecidas a las de mi bisabuela Emilia y mi abuela Clara habitantes desde su nacimiento y hasta su muerte de otra de las zonas más despobladas de España como es la comarca de Aliste en Zamora, también protagonista de este libro.

Ésta que es mi tierra, también tiene un capítulo fotográfico especial en este libro de imágenes emocionantes a veces, desoladoras otras, que pueblan esta muestra imprescindible para acercarse a un mundo en desaparición. Si nadie lo remedia.

Este es el paseo fotográfico de una autor que establece un diálogo con la tierra y sus gentes antes de disparar la cámara. Es el resultado de años de paseo y conversaciones por la España despoblada. Desde Huesca hasta Galicia, desde el Maestrazgo hasta la Alcarria.

Más que una defensa, que también, es un testimonio de un mundo a punto de desaparecer. 

José Manuel Navia, es uno de los más grandes fotógrafo contemporáneos más importantes que hay en España, y el autor de este libro. Teo Nieto, cura de la comarca de Aliste, en Zamora, y Belén Marqués, ganadera del Valle de Corneja en Ávila, son algunos de los proganistas. Los tres han contado en La Tarde cuáles son las necesidades de la España vaciada.

El autor del libro sintió "la llamada de la tierra" para ponerse a fotografiar a esta España vaciada, porque "todos venimos de esos paisajes". Pero apunta una cosa: "El paisaje no es nada sin la gente". "El libro, aunque habla de la despoblación, está lleno de gente". 

Además, José Manuel Navia sostiene una función de la fotografía: "puede ser un medio más reposado para escuchar, para escuchar con los ojos". 

Para el padre Teo Nieto, "la despoblación no es algo que afecte a los pueblos, es un problema occidental, pero en los pueblos lo estamos viviendo de una manera sangrante", y lamenta que ahora "está de moda lo rural, pero hay un toque de idealización que nos hace ver lo rural como algo muy bonito para el ocio", por lo que desde esa España vaciada se está "peleando para que se empiece a entender como un estilo de vida". 

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Belén decidió dejar su vida en la ciudad para irse a vivir a un pueblo con 80 habitantes, Villfranca de la Sierra, y ahora lo tiene claro. !No cambio mi vida rural por la ciudad". ¿Sus motivos? "Lo mejor ha sido el contacto con uno mismo, con la naturaleza y con lo auténtico de la vida. Se vive sin máscaras, con lo que hay, con lo que no tenemos". 

Aunque reconoce que echa de menos "un poco de cultura para los jóvenes". Pero define de una forma muy clara el problema de la despoblación:  "La España vaciada es la España olvidada de siempre. Siempre se ha ido dejando. Es políticamente correcto hablar de ello, pero no hay soluciones".