El voluntarismo suele ser el perfecto ingrediente para conseguir un desastre en la vida personal y en la vida política. No basta, prácticamente nunca, querer para poder. Pedro Sánchez con grandes dosis de voluntarismo se empeña en exhumar los restos de Franco, en pedirle una cita a Torra y en celebrar un Consejo de Ministros que va convertir a Barcelona en ciudad tomada.

El Valle de los Caidos se empezó a construir en 1940 y se terminó diez años después y vamos camino de que la exhumación de Franco se prolongue años. Cuando Sánchez llegó al Gobierno aseguró que lo sacar los restos mortales de Franco era cosas de días. Hoy el Supremo ha decidido no paralizar la exhumación como pedía la familia Franco pero dejan claro los jueces que el Gobierno no podrá llevar a cabo la exhumación sin el acuerdo con la familia o sin tomar una decisión contra la familia que es recurrible al Supremo. O sea que el último plazo que había dado el Gobierno que era enero no se va a cumplir. Porque Sánchez no quiere llegar a un acuerdo con los Franco y luego habrá que pelitear.

Sánchez, con sus dosis de voluntarismo habituales se empeña en pedirle una cita a Torra y en la celebración del Consejo de Ministros. El ministro Marlaska, el ministro del Interior, ha asegurado que la Policía va a actuar para reforzar a los Mossos.

El solo hecho de que la Policía tenga que intervenir con 1.000 agentes para reforzar a los Mossos significa que, de hecho, hay una derrota del Estado como la que hubo el 1 de octubre. Porque los 16.000 Mososs serían más que suficientes para garantizar la seguridad del Consejo de Ministros. Se envía a 1.000 u guardia civiles porque no hay confianza en los Mossos, en sus mandos. Torra, el presidente de la Generalitat, con el quiere reunirse Sáchez es el que ha animado a los grupos radicales. Se acuerdan de Jordi Cuixart, uno de los Jordis, el que estuvo al frente de aquel cerco a la Guardia Civiel el 20 de spetiembre del 17 que acabó con los coches reventados. Pues desde la cárcel, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, se ha mostrado preocupado por la "provocación" que "puede traer el Estado el 21 de diciembre".

El independentismo aprovecha el Consejo de Ministros para hablar de nuevo de ocupación y el Gobierno se empeña en pedirle una cita a Torra, la cabeza visible del independetismo radical.