Ha pasado ya una semana desde que Asia Bibi, la mujer cristiana pakistaní que fue absuelta de morir por un delito de blasfemia. Así lo decidió el Tribunal Supremo del país a pesar de las presiones en las calles de los grupos de islamistas radicales. Sin embargo, Asia sigue en prisión. En parte, por cuestiones de seguridad. Ella, su familia, así como su abogado y los jueces del tribunal siguen amenazados de muerte en un Pakistán donde practicar otra religión que no sea la musulmana marca la vida de los creyentes.

La historia de Asia Bibi se ha escuchado en todo el mundo... pero ¿qué hay de las casi mil personas que siguen encarceladas en Pakistán por esta ley de la blasfemia?