Fran: "Estábamos jugando en el patio del colegio y dimos un balonazo al profesor, llevaba peluquín y salió 50 metros por delante del balón"

Los oyentes de 'La Tarde' comparten sus anécdotas más surrealistas con balonazos, desde accidentes con políticos hasta peluquines que salen volando

José Manuel Nieto

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En el programa 'La Tarde' de COPE, Pilar García Muñiz y Rosa Rosado han repasado las mejores anécdotas de balonazos de los oyentes. La más sorprendente ha sido la de Fran, quien ha contado cómo un balonazo en el patio del colegio desveló el secreto de su profesor: "llevaba peluquín y salió 50 metros por delante del balón". Este tema surge a raíz de los conocidos incidentes del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con los balones.

Los famosos balonazos de Almeida

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se ha hecho viral de nuevo por su peculiar relación con los balones. Durante un evento de la NFL en Madrid, su intento de lanzar un balón de fútbol americano generó tensión entre los presentes. No es la primera vez, ya que acumula un historial de pelotazos, como el que recibió un fotógrafo durante un evento. En otra ocasión, en la inauguración de un campo de fútbol en 2020, un remate suyo terminó golpeando a un niño, afortunadamente sin consecuencias.

EFE

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida visita la exposición de cascos conmemorativos este viernes en Madrid con motivo de la celebración por primera vez en España de un encuentro oficial de la temporada regular de la National Football League (NFL) entre los Miami Dolphins y los Washington Commanders, que se disputará el próximo 16 de noviembre en el estadio Santiago Bernabéu

Balones improvisados en el colegio

La nostalgia ha llevado a muchos oyentes a su infancia. Uno de ellos ha relatado cómo en clase fabricaron una pelota fundiendo las fundas de varios bolígrafos con un mechero. El resultado fue un auténtico "pedrusco" que acabó rompiendo el cristal de la ventana de la clase. Otro oyente ha recordado una situación parecida en EGB, cuando, al quedarse sin balón de voleibol, improvisaron uno con una bolsa llena de papeles de bocadillos y pieles de plátano.

Aquel balón improvisado, con la mala suerte de que la ventana del aula estaba abierta, entró y golpeó al profesor. La reacción de los alumnos fue dispersarse mientras el docente gritaba: "¿Quién es esta guarrería?". Por suerte, nadie respondió y el incidente no fue a mayores, aunque el oyente reconoce que las consecuencias hubieran sido peores si el cristal llega a estar cerrado.

COPE

Niños en el patio de un colegio

La puntería, buena o mala según se mire

La puntería puede tener consecuencias inesperadas. Una oyente ha compartido una experiencia traumática de su niñez, cuando su padre, gran aficionado del Real Madrid, la llevó a un partido. Le dieron un balonazo que la dejó inconsciente y sangrando por la nariz, provocando que no quisiera volver jamás a un campo de fútbol. En cambio, otra colaboradora ha explicado que, jugando al pádel, para tener buena puntería necesita "no pensar en encajarla donde la quiero encajar". Así fue como, sin intención, le dio a su entrenador directamente en las gafas.

Salió el peluquín gracias al balonazo a 50 metros, por delante del balón"

Fran

Oyente de La Tarde

Pero la anécdota que ha cerrado la sección ha sido la de Fran, que ha resuelto un misterio de su infancia. "Estábamos jugando en el patio del colegio y dimos un balonazo", ha comenzado a relatar. La mala suerte quiso que el balón impactara en el maestro que vigilaba el patio. El golpe desveló lo que hasta entonces era solo un rumor entre los alumnos, en un giro tan inesperado como el de quien se encuentra con una cita 30 años después: el profesor llevaba peluquín.

Según ha contado Fran, el postizo salió despedido por el impacto. "Salió el peluquín gracias al balonazo a 50 metros, por delante del balón", ha explicado entre risas. En ese momento, ha añadido, "se disiparon nuestras dudas", ya que el balón le dio "de refilón y el peluquín salió volando". Un balonazo que, como han comentado en el programa, despejó todas las dudas y también la cabeza del profesor.

Finalmente, un oyente ha compartido una curiosa consecuencia de vivir cerca de una zona de juegos. Reside en un bajo con una gran terraza y se ha convertido en un coleccionista involuntario de pelotas perdidas. "Cuando volvimos de vacaciones este año, habría 10 o 12 balones dentro de la terraza", ha asegurado, ofreciendo su colección a quien la necesite. Es una situación que recuerda a los peculiares rituales que otros oyentes han compartido en el programa.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.