Adrià, el joven que ha cambiado la vida a cinco desconocidos donando su riñón: "Todo empezó con un correo"

Este joven ha relatado en COPE cómo su fe le ayudó a dar el paso de donar en vida uno de sus dos riñones, lo que activó una cadena de trasplantes 

Redacción La Tarde

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Adrià Montoro tiene 30 años y es vecino de la localidad barcelonesa de Olesa de Montserrat. Este joven es uno de los rostros visibles que hacen posible que España siga siendo líder mundial en donación y trasplantes de órganos. 

Sin embargo, su caso es excepcional. Normalmente, este ejercicio de generosidad se materializa al fallecer el donante, pero Adrià es uno de los pocos casos de trasplantes en vida a una persona que no conoce. Con él han hablado en La Tarde de COPE.

Las donaciones en vida y no dirigidas, como es este caso, las protagonizan personas que deciden ceder un órgano, generalmente un riñón, a personas desconocidas y sin esperar nada a cambio. Por su parte, el receptor del trasplante se elige según la compatibilidad con el órgano y su necesidad.

Trasplante renal - EFE

Adrià decidió dar este paso hace unos nueve meses movido por su fe y por la memoria de un familiar trasplantado. 

Todo comenzó cuando recibió un correo animándole a donar sangre y, a partir de ahí, empezó a preguntarse qué más podía hacer por los demás.

Comenzó a investigar y, finalmente, descubrió que existía la posibilidad de ser donante en vida, por lo que decidió ponerse en contacto con la Organización Catalana de Trasplantes (OCATT). 

un año de pruebas

Una semana más tarde, Adrià se reunió con todo el equipo médico y así comenzó un camino que duró casi un año, entre pruebas médicas y psicológicas, para acabar cambiándole la vida, no a una persona, sino a cinco.

"Yo vi en el correo la posibilidad de que se podían donar más tejidos. Luego vi que se podía dar un riñón en vida de manera altruista. Yo sabía que se podía dar en vida, pero lo había vivido con un familiar que le donó a otro familiar. Vi cómo le cambiaba la vida al receptor, para bien, y cómo el donante podía seguir teniendo una vida bastante normal", ha contado el protagonista de esta historia en La Tarde de COPE.

Adrià eligió para su donación el Hospital del Mar de Barcelona, donde su gesto desinteresado activó una cadena con más donantes y receptores compatibles entre sí. Así, cinco personas, que no conoce, acabaron recibiendo un trasplante renal gracias a su riñón. 

Hospital del Mar de Barcelona - EFE

A él le gustaría poner rostro a las personas a las que ha cambiado la vida, pero entiende la importancia del anonimato en este tipo de procesos: "Claro que me gustaría, pero también pienso que es mejor que sea así, porque yo quiero que el receptor sienta que no le debe nada a nadie, y por eso este anonimato, esta separación, que permite que realmente sea así".

Adrià ha relatado que tampoco puede desvelar otros datos como, por ejemplo, cuándo se produjo exactamente su donación porque, como ha relatado en La Tarde, todo ello forma parte de la privacidad del proceso.

momentos de dudas

Durante todo ese año que se alargaron las pruebas, también hubo momentos de dudas: “Fue una introspección para mí de cuáles eran los motivos, por qué lo estaba haciendo, con qué intención. Sí que había momentos en los que, a raíz de conversaciones con algunas personas, se me planteaban dudas. Especialmente, la semana de antes, cuando ya había una fecha concreta. Fue la semana más dura. Me pregunté por qué lo estaba haciendo y si realmente quería hacerlo".

Adrià se hizo muchas preguntas durante esos días previos: "¿Lo estoy haciendo porque quiero reconocimiento? ¿Lo estoy haciendo porque me siento mal y quiero tener un motivo para sentirme bien? ¿Por qué lo estoy haciendo? ¿Para dar un sentido a mi vida?".

Hoy, como ha relatado, sigue sin encontrar una respuesta clara, pero asegura que, ante todas esas preguntas, siempre pesó más el querer darse a los demás. 

Una alegría que se multiplicó por cinco cuando le informaron de que su riñón había servido para activar una cadena de trasplantes renales que llegó a cinco pacientes en total.