Es complicado dejar el tabaco de golpe pero lo mejor si queremos hacerlo es gestionar la ansiedad que nos provoca nuestro cuerpo, cuando nos pida la dosis habitual de nicotina. Tenemos que evitar todo aquello que nos incita a recaer en el consumo de tabaco y tener cuidado con las alternativas que buscamos tipo parches, chicles o caramelos y si el “mono” es muy fuerte, debemos acudir a un especialista.