No quedan ni 10 años ni 5 años. Quedan sólo 15 meses. Ese es el tiempo del que dispone la comunidad internacional para ajustar y adecuar el “Acuerdo de París” a la emergencia climática (un acuerdo de las Naciones Unidas que establece medidas para reducir la emisión de gases efecto invernadero). Hay una fecha tope: diciembre del 2020. Y un lugar concreto: Glasgow (Escocia). 

Esa es la última oportunidad para lograr un clima estable. ¿Y nosotros? ¿Qué podemos hacer? Muchas veces hemos escuchado aquello de “El cambio empieza en uno mismo”. Con esto quiero decir que la decisión de salvar el planeta no solo recae en las altas esferas. A nivel local, nosotros también podemos formar parte del cambio con pequeños gestos. Eso es lo que hizo, por ejemplo, uno de los invitados de este viernes de ‘La Noche de COPE’, que luchó hasta jugarse la vida.

Se llama Óscar Aranda y tuvo que huir de su país, México, por defender a las tortugas de los narcotraficantes. El motivo por el que Aranda, se había convertido en un indeseable para los traficantes del Pacífico mexicano fue el mismo que le llevó a la CNN para ser nominado como defensor del planeta: su trabajo en la protección de las tortugas marinas, así como en la recogida y custodia de los huevos de estas especies. Especies que, además de ser animales protegidos, son el objeto de deseo de los narcotraficantes, ya que comer estos animales (pese a que conlleva penas de cárcel) se ha convertido en una manera de mostrar un estatus social y de ganar virilidad. Una defensa de estos animales, que ha llevado a Oscar Aranda a abandonar su México natal y a recoger esta etapa en una autobiografía llamada “El Lenguaje Secreto de la Naturaleza” .

Un testimonio estremecedor que ha completado Didier Lagae, CEO y fundador de MARCO, y Líder Climático y portavoz de The Climate Reality Project, una organización creada con el fin de luchar contra el cambio climático, y una de las convocantes de la huelga de este viernes.