Te sugiero que escuches el audio del programa para que entiendas el juego que te proponemos.

Vas a oír a una señora con acento argentino diciendo: “Hija, llevaste la plata de la bicicleta al padrino”...aunque también es posible que, en vez de la palabra bicicleta, hayas oido la palabra alquiler.

Escúchalo de nuevo pensando en la palabra bicicleta y eso será lo que oigas, pero si piensas en la palabra alquiler y vuelves a escuchar la frase, será esta última la que escuches.

Parece ser que todo depende de lo que queramos oir en cada momento. ¿Por qué sucede esto? Acudimos al psiquiatra forense, José Cabrera, para que nos aclare si lo que acabamos de oir es un truco de la tecnología o una trampa de nuestro cerebro. 'Eso es porque el cerebro está preparado para escuchar lo que queremos escuchar' afirma el doctor Cabrera. 'No solo en esta frase, sino en mil frases más, Si nosotros estamos deseando que venga una persona querida por nosotros, y nos llaman por teléfono, creemos que es esa persona, Es decir, el cerebor se anticipa en alguna medida con una trampa que nos hacemos nosotros mismos'.

SUGESTIÓN O HIPNOSIS

'La sugestión es que yo convenzoa otro de que va a pasar algo y la hipnosis es un método psicológico para dormir a alguien y que haga cosas que en realidad no quiere hacer' dice José Cabrera. 'De lo que estamos hablando aquí, es que el cerebro de alguna manera busca previamente a la frase, lo que quiere oir. Es una especie de mecanismo para buscar nuestro confort y nuestro placer'.

OTROS SENTIDOS

Hemos hablado de un audio y por lo tanto de lo que compromete a nuestro oido, pero queremos saber si esto puede pasar con la vista. 'Puede pasar con dibujos y sobre todo con contornos' dice el doctor Cabrera. 'Porque hay contornos que dan pie a ver dos cosas distintas, incluso ocurre con la nubes, ves figuras distintas observando la misma nube porque el cerebro tiene ya en la memoria una figuras y a veces es como cuando la carretera se abre en dos, uno ve una o ve otra dependiendo incluso del estado de ánimo' .

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Esto ocurre con la vista o el oido pero no puede ocurrir con el gusto, porque es un sentido muy primitovo del quie depende nuestra vida. 'Con el tacto es posible engañar a la cerebro por que es un sentido más sofisticado' asegura José Cabrera. 'Con el olfato ocurre lo miemo que con el gusto, es dificil de engañar porque también es uno de los sentidos más primitivos que tenemos'.