En el siglo IV, el Imperio Romano dominaba gran parte del mundo conocido, Teodosio gobernaba en la capital y la península ibérica se llamaba Hispania. Por aquel entonces, un noble rico escogió la provincia de Cuenca para instalar su pequeña ciudad resort. Se trata de la Villa de Noheda, en el pequeño municipio de Villar de Domingo García, con tan solo 218 habitantes. Ahora ha sido encontrada y tanto el municipio como la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha quieren abrirlo al público.

El palacio de este noble romano, al que los científicos han puesto en broma el nombre de un multimillonario español romanizado, tenía 10 hectáreas, y en su salón, de 291 metros cuadrados, se encuentra el mosaico figurativo más grande de Europa, además una colección de 500 piezas de mármol. Un tesoro que en el pueblo ya intuían que existía. Los habitantes del pueblo llamaban a la zona Cuesta de los Herreros, y también recibía el nombre de El Pedregal, por la cantidad de sillares de piedra y objetos de metal que encontraban en la zona, aunque sin saber de dónde procedían. Ahora quieren abrirlo al público y lograr que todo el mundo conozca este tesoro, pero para ello necesitan la colaboración del gobierno regional manchego.

Y qué mejor que uno de los mayores atractivos del imperio romano para revitalizar un municipio que se estaba muriendo, y luchar contra uno de los mayores problemas de la España interior, la despoblación.

Aunque no todo ha sido un camino de rosas para este municipio a la hora de descubrir estas ruinas. El antiguo dueño del terreno, José Luis Lledó, recurrió a la Justicia para recibir una indemnización, ya que el Ayuntamiento le expropió los terrenos en 2013. Lledó reclama 48,9 millones de euros por el valor del yacimiento romano, mientras que el municipio ofreció 7.500 euros por las cinco hectáreas de suelo rústico. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha ha dado la razón al Ayuntamiento.