La trágica muerte de Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido por su nombre artístico, Nino Bravo, fue el 16 de Abril de 1973 a las 10:30 de la mañana. Conducía un BMW 2.800 que se salió de control en una curva y después de diversas maniobras para controlarlo, lamentablemente volcó. El cantante fue llevado de urgencia a un hospital cercano y luego trasladado a Madrid para un procedimiento médico necesario, pero a pocos metros de llegar falleció. A partir de ahí, la estrella del momento en España pasó a ser una leyenda.

Nino Bravo no quería irse de Valencia y Aielo de Malferit, su pueblo natal, no quiere que desaparezca su recuerdo. Este sábado, 3 de agosto, la localidad se volcará para celebrar una fiesta: Nino Bravo cumpliría 75 años.

Un homenaje que se traduce en dejar las puertas del museo Nino Bravo abiertas para todo el que desee recordarle, con el que desee vivir durante unos minutos en su pellejo, observando sus objetos personales y archivos fotográficos cedidos por la familia. El alcalde de Malferit, Juanra Espí, asegura que desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche aprocimadamente permancerán abiertas las puertas a su vida.

Pero el recuerdo también cobrará vida a las diez y media de la noche. Cuando la hija de Nino Bravo, Eva Ferri, junto a la Unió Musical d'Aielo y al ganador del concurso “Yo soy Nino Bravo” de Telecinco, Felipe Garpe, alcen la voz en nombre del valenciano. Harán que las canciones más conocidas del cantante vuelvan a retumbar en su pueblo natal.