Yolanda Díaz se planta en Bruselas para reunirse con Puigdemont. Más allá del empalago, de la mermelada, de los tocamientos, como si fuera Rubiales (es una opinión personal). Más allá de lo hortera que resulta todo, en el fondo ya no es es que resulta ridículo, en el fondo es que es la constatación de que ya no existe la separación de poderes. Resulta que la vicepresidenta del Gobierno de España, el Ejecutivo, se pasa por el forro al Poder Judicial y se va a reunirse en Bruselas con un prófugo de la justicia, buscado por un juez del Tribunal Supremo, que se escapó en un coche tras dar un golpe de Estado.

¿Estamos locos? Es el puñetero mundo al revés, solo que en este país tan sui géneris, ¿la vicepresidenta del Gobierno se va a Bruselas de 'motu propio' en nombre de Sumar? ¿Alguien se cree eso? Y todavía desde fuentes socialistas dicen que no, que ha ido por su tal, que no, que no le ha sentado nada bien... Venga ya hombre, por favor que no estén encima por más tontos de lo que somos. Yolanda Díaz ha ido a Bruselas mandatada por el presidente del Gobierno a humillarnos para que Puigdemont apoye la investidura de Sánchez. Ya está, así de fácil, así de ridículo y así de grave.

Yolanda Díaz con Puigdemont en Bruselas. A este paso le reciben en Torrejón el Rey a pie de pista en un Falcon. Al tiempo.

Expósito, sobre la DANA

Además, el director de La Linterna ha querido hacer mención durante su monólogo a las graves tormentas de este domingo y lunes. El tema de conversación es la manta de agua caída en las últimas horas en media España. El comentario la alarma del 112 que recibimos todos los que ayer estábamos en la Comunidad de Madrid poco antes de las 14,30h.

Balance de la DANA que ha cruzado España. Comentario aparte, el famoso mensaje que Emergencias 112 envió a los teléfonos móviles de casi todo el mundo. Se confirma que estamos en España. si avisan porque menudo susto. Y si no avisan, es que estamos vendidos.

Opinión personal: mejor prevenir que lamentar, de entrada el sistema funciona. A mi me pilló recién sentado en el restaurante de mi amigo Oscar. Un zumbido, qué pasa, miradas entre las mesas, los camareros y el acongoje. Como digo, estamos en España y desde ayer somos catedráticos de Meteorología y Protección Civil. Sabemos de alarmas, postes de telecomunicaciones, DANAS y rescates. Precaución, hagamos caso a las autoridades y no nos creamos superhéroes porque no lo somos.