Entramos en el almacén secreto de la biblioteca en la que Felipe II guardó miles de tesoros en su reinado: "Un valor incalculable"
Expósito descubre las reliquias que aguarda el Monasterio de El Escorial en las diferentes salas que componen su biblioteca con el padre José Luis del Valle Merino
Ángel Expósito y el prior José Luis del Valle Merino, en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
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En la sierra de Guadarrama, levantado con la piedra que desde el siglo XVI custodia la memoria de España, se alza el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Fue Felipe II quien, tras la victoria de San Quintín, decidió construir este complejo monumental que aúna residencia, basílica, panteón real, colegio y, sobre todo, una biblioteca considerada entre las más prestigiosas del mundo.
Ángel Expósito, acompañado del prior José Luis del Valle Merino, se adentra en este espacio único durante el Tema del Día de La Linterna para descubrir no solo los frescos de Tibaldi o las estanterías repletas de manuscritos, sino también el almacén secreto donde reposan auténticos tesoros. "En esta biblioteca Felipe II reunió todo el saber que consideraba esencial para su tiempo", recuerda el padre prior.
El salón de los frescos
La primera parada es el salón principal, conocido como el salón de los frescos. Allí no se conservan manuscritos, sino libros impresos, "porque cuando se inaugura la biblioteca ya existía la imprenta hacía más de un siglo", explica Del Valle Merino.
Ángel Expósito y el prior José Luis del Valle Merino, en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
En esta sala se amontonan 14.000 volúmenes del siglo XVI, con obras en castellano, latín, francés, italiano, portugués e incluso gallego. Felipe II, aconsejado por humanistas como Benito Arias Montano, quiso dotar a su reino de una biblioteca al nivel de las grandes de Europa.
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La biblioteca de El Escorial, al descubierto
Los frescos que decoran la bóveda representan el recorrido del conocimiento, desde la filosofía hasta la teología, "la reina de las ciencias". Bajo cada pintura, los libros se ordenaban siguiendo esa misma clasificación.
Tras descender a la antigua ropería del monasterio, el ambiente cambia. La humedad estable y la temperatura constante convierten este espacio en el lugar perfecto para conservar los 6.000 manuscritos que guarda la biblioteca.
Felipe II envió a emisarios como Ambrosio de Morales a conventos y casas de humanistas para adquirir colecciones. El resultado es impresionante: textos en árabe, hebreo, griego, castellano y latín, con materias que van desde la medicina al derecho, pasando por filosofía o matemáticas.
La Inquisición también tuvo presencia en este espacio, aunque de forma curiosa. "Las Biblias romanceadas estaban prohibidas, pero no se destruyeron: se guardaron aquí", recuerda el prior. Muchos libros llegaron con tachaduras, hojas cosidas o párrafos arrancados, pero se conservaron, y todavía hoy pueden consultarse.
Ángel Expósito y el prior José Luis del Valle Merino, en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
El almacén de alta seguridad
El recorrido culmina en una sala a la que solo se accede tras atravesar seis puertas. Aquí se custodian los tesoros más valiosos: los manuscritos originales de Santa Teresa de Jesús. "Conservamos cuatro obras de su puño y letra: el Libro de la vida, el Libro de las fundaciones, el Camino de perfección y el Modo de visitar los conventos", detalla Del Valle Merino.
Son piezas únicas que, según el prior, "no tienen precio de mercado". Junto a ellas, descansan partituras de música compuesta para la basílica y una colección de reliquias con certificados de autenticidad firmados por obispos y abadesas, sellados con todo rigor.
Ángel Expósito y el prior José Luis del Valle Merino, en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Entre los objetos científicos aún se conservan esferas armilares, astrolabios y globos terráqueos que en su día ayudaron a investigadores de hace cuatro siglos a interpretar el universo. La más destacada, la esfera armilar de Santucci, representa el sistema de Ptolomeo con la Tierra en el centro.
La biblioteca del Escorial no es un espacio congelado en el tiempo. Tras décadas de microfilmación, hoy la prioridad es la digitalización de sus fondos. "Estamos todavía en ello, pero ya contamos con el 85% del catálogo accesible en línea", subraya el padre prior.
Gracias a este proceso, investigadores de todo el mundo pueden consultar un patrimonio que, en palabras de Del Valle Merino, tiene un "valor incalculable". Desde manuscritos medievales hasta partituras del siglo XVI, pasando por las reliquias que Felipe II acumuló con fervor casi obsesivo, todo forma parte de una herencia cultural que sigue viva.
Ángel Expósito y el prior José Luis del Valle Merino, en la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
El viaje de Expósito por las entrañas del monasterio confirma lo que ya intuía al inicio: si hay un lugar donde se concentra la verdadera historia de España, ese está en la biblioteca de El Escorial, entre códices, frescos y reliquias que han resistido al paso de cinco siglos.