Esta comunidad autónoma de España tiene el 68% de sus carreteras en mal estado y a sus ciudadanos les cuesta un millón de euros
Los conductores tendrán que pagar este verano un sobrecoste del 12% a través del combustible por el mal estado de la red viaria, según la AEC
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El estado de las carreteras españolas ha alcanzado su peor nivel en cuatro décadas, según el último informe de la Asociación Española de la Carretera (AEC). Los datos son alarmantes: más del 52% de la red viaria nacional presenta deterioros graves o muy graves, requiriendo una inversión urgente de 13.491 millones de euros para evitar un colapso en la seguridad vial. Pero hay una comunidad autónoma que destaca por encima del resto: Aragón, donde el 68% de sus carreteras están en condiciones críticas, según reveló Enrique Miralles, director técnico de la AEC, en una entrevista en La Linterna.
La región con peores carreteras
Durante la entrevista, Miralles detalló que el estudio, realizado con inteligencia artificial y cámaras de alta definición, identificó daños estructurales como "piel de cocodrilo" (agrietamiento grueso) y baches profundos en más de la mitad de la red analizada. Estos problemas no son solo un incordio para los conductores, sino un lastre económico.
Según los cálculos de la AEC, el sobreconsumo de combustible debido al mal estado del asfalto alcanzará los 270 millones de euros este verano, un 12% más por cada vehículo. "Cuando el pavimento está dañado, el coche trabaja más y gasta más. Con 100 millones de desplazamientos previstos por la DGT en julio y agosto, el impacto es brutal", explicó Miralles.
Carretera de Madrid
La situación es especialmente grave en Aragón, seguida de Castilla-La Mancha (59%), Galicia (59%) y la Región de Murcia (58%). Ninguna comunidad alcanza un "estado bueno" en el índice de la AEC, pero Aragón lidera la lista negra con casi siete de cada diez kilómetros en riesgo. "El deterioro es exponencial: si no se actúa pronto, los costes de reparación se disparan", advirtió el experto.
Aunque la Dirección General de Tráfico no incluye en sus estadísticas oficiales la relación directa entre el estado de las carreteras y los accidentes, fuentes del organismo admiten que el mal estado de la calzada reduce la capacidad de reacción de los conductores y aumenta la fatiga al volante. Un ejemplo es el incremento del 17,5% en accidentes graves en 2024, según el informe EuroRAP, que señala 21 "tramos negros" en España, varios en Aragón y Castilla-La Mancha. Además, la DGT alerta de que solo el 10% de los conductores respeta los límites de velocidad en tramos con obras, lo que agrava el peligro en vías ya degradadas.
El círculo vicioso: falta de inversión y deterioro acelerado
Miralles subrayó que el déficit de mantenimiento se ha duplicado en tres años, pasando de 9.500 a 13.500 millones de euros. Un 24% de este aumento se debe al agravamiento de los daños por falta de actuaciones tempranas. "Una grieta moderada se convierte en grave en años, y en muy grave en meses. Aragón es un caso paradigmático: su red lleva años sin recibir el mantenimiento mínimo", lamentó.
Los datos oficiales del Ministerio de Transportes reflejan que, pese a una inversión récord de 1.548 millones en 2024, el gasto sigue siendo insuficiente. La AEC estima que se necesitan 5.200 millones anuales para frenar el deterioro, frente a los 2.000 millones que se ejecutan actualmente.
Imagen de una carretera en mal estado en España
Consecuencias para los ciudadanos: más gasto
El impacto económico no se limita al combustible. Los talleres alertan de un aumento del 16% en averías por baches en 2026, con neumáticos y suspensiones como las principales víctimas. Además, la reducción de velocidad media en carreteras deterioradas (un 10%, según la AEC) alarga los trayectos y perjudica al transporte de mercancías, encareciendo productos básicos. Así, si este verano se prevén 370.000 desplazamientos en Aragón, la regla de tres es exactamente un millón de euros de sobrecoste para los ciudadanos.
En Aragón, donde el 68% de las vías están afectadas, el coste por ciudadano podría superar los 200 euros anuales entre combustible, reparaciones y tiempo perdido. "Es inaceptable que las administraciones asuman que bajar los límites de velocidad es la solución. Eso no repara el pavimento", critica Miralles durante la entrevista.
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Solución al estado de las carreteras
La AEC urge a aplicar planes de emergencia con fondos europeos y a agilizar los contratos de conservación. También propone priorizar los tramos críticos, como los 34.000 kilómetros que requieren intervención inmediata. Mientras, la DGT recomienda a los conductores extremar la precaución en comunidades como Aragón: revisar neumáticos, reducir la velocidad en baches y denunciar los puntos más peligrosos.
El mensaje es claro: sin una inversión masiva y coordinada, el coste seguirá recayendo sobre los ciudadanos, tanto en euros como en vidas. Como resumió Miralles: "Una carretera segura no es un lujo, es un derecho".