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Me encanta vernos y oírnos a los periodistas haciendo cábalas sobre qué va a hacer Pedro Sánchez. Como si fuéramos capaces de meternos en ese gabinete y no te digo en esa mente.

Seamos sinceros... Es imposible que la mente de un analista normal pueda compararse con ese al que se le ocurrió la foto del avión con las gafas. Es imposible ponerse en la piel de ese al que se le haya ocurrido sacar el nuevo librito escrito por Irene Lozano. Es imposible pensar cómo quien plagió aquella tesis del chichinabo como los que le plantaron un cum laude como una catedral.

Es absolutamente imposible ponerse en el lugar de la ministra de Justicia... Y ahí la tienes... To’ pancha… Y ahí la aguanta en el cargo la persona del presidente.

Quien se ha acercado hoy al asunto de su decisión sobre las elecciones ha sido la ministra de Hacienda que ha estado aquí con Herrera, María Jesús Montero...

Dicho lo cual… La imposibilidad de penetrar en esa red de marketing y en esa psique…Me centro en la foto general desde cuatro ángulos, cuatro esquinitas tiene esta España nuestra: la foto de Colón;  la reedición del pacto de la censura; Podemos grogui y el futuro de los indepes.

1.- Primer escenario según las encuestas. Un gobierno muy difícil de fraguar que reedite lo que ha pasado en Andalucía. un gobierno PP - Ciudadanos o Ciudadanos- PP... con Vox, un gobierno que dependerá de los números, de las distancias y del resultado final en un parlamento muy atomizado.

La gran duda en esta primera foto es qué papel jugará Vox en esa suma. Si el resultado de Santiago Abascal es espectacular querrá entrar en el Gobierno. Y me cuesta mucho ver a Ciudadanos ahí. 

Así, que la reedición del pacto en Andalucía o la plasmación de la foto de Colón en un Consejo de Ministros... No va a ser tan fácil.

2.- Segunda perspectiva... La vuelta a la moción de censura. ¿Alguien duda de que si es preciso, Sánchez repetirá el pacto de la moción de censura? Yo no tengo duda alguna.

Porque los barones echaron a Sánchez en aquel comité federal del PSOE por eso mismo. y Sánchez volvió en las primarias y, en efecto, plasmó el pacto impresentable de la moción de censura. Y ese pacto, después de las elecciones cuando sean, volverá a plantearse a poco que den los números. Con Podemos, con Bildu, con Rufián y con quien haga falta.

Tercer ángulo... Precisamente Podemos. O Pudimos. O Hubiéramos Podido. 

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Los de Pablo iglesias, Echenique e Irene Montero y Monedero son la viva representación del boxeador grogui al que le está cayendo la mundial…

Ese boxeador al que le están dejando el hígado como una berenjena... Y se abraza al púgil rival para recuperar el resuello, para ganar unos segundos hasta el final del asalto. Que se abraza al contrato para no caer a la lona por su propio peso.

Pablo Iglesias reeditará como sea los pactos municipales, autonómicos y de la Moncloa para seguir vivo. Para tapiar el bochorno del casoplón, para olvidar el dinero de Irán o Venezuela... Y para disimular la fuga de Errejón.

Y aquí hago un paréntesis. Errejón. El listo, el moderado, el de las tres comidas diarias en Venezuela. Aún tengo en la memoria esa infinita fila de muertos de hambre en el puente Simón Bolívar. Aún me revienta que este hombre siga creyéndose algo. 

Y cuarta foto: el futuro de los independentistas... Sean cuando fueren las elecciones... La pregunta es evidente: los independentistas catalanes o vascos no son imbéciles... Estaremos de acuerdo... Según esto, y ante la evidencia de que la independencia es imposible, ¿esos independentistas, a quién prefieren en la Moncloa... a Sánchez o a Rivera o a Casado?

La respuesta es obvia y demasiado fácil.

Dicho lo cual... Es del todo imposible ponerse en la mente del presidente del Gobierno... De él, de su persona, de la vicepresidenta o de cuando Pedro Sánchez era otro.

Y como tampoco puedo imaginarme en ese gabinete valleinclanesco --con perdón para el creador del esperpento-- paso de vaticinar qué fecha para las elecciones va a decir mañana Sánchez. 

Vete tú a saber qué se les ocurre a él o al experto en marketing de turno… Que debe ser el mismo al que se le ocurrió la foto en el avión, con el perro, la foto de las manos o lo del librito.