En pocas horas, aquí será el funeral, la despedida final de Benedicto XVI. Y justo debajo de donde estoy, en estas grutas vaticanas, será enterrado el Papa emérito.
Ayer el Cardenal Bertone, quien fuera su mano derecha, su super ministro de Exteriores y para todos, Secretario de Estado, le contó a nuestra Eva Fernández que un año antes, en el mes de abril, y renunció al siguiente febrero, ya le dijo su intención de presentar la renuncia. Exclusiva: un año antes.
Ya está todo montado. Cuentan que será una ceremonia absolutamente humilde, parecida a la de Juan Pablo II, en ese centro de la Plaza de San Pedro. Lo dicho, ya está todo montado, una caja de madera y será trasladado al interior de la gruta de los Papas, las mal llamadas catacumbas del Vaticano. Y allí quedará, no se sabe para cuando, Benedicto XVI.