En las últimas horas, la represión del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica en Nicaragua ha dado una nueva vuelta de tuerca. Hoy hemos sabido que, con nocturnidad, la Policía, a las órdenes de la dictadura sandinista, ha entrado en la Curia Episcopal de Matagalpa y ha secuestrado al obispo de la diócesis, monseñor Rolando Álvarez.

El prelado llevaba trece días en arresto domiciliario en el interior de la Curia, junto a cinco sacerdotes, tres seminaristas y dos laicos. Fue encerrado tras ser acusado por la dictadura de atentar contra los intereses del Estado. Eso fue tras pedir explicaciones por el cierre de las emisoras de radio diocesanas.

Tras esas declaraciones, y tras el cierre de las emisoras, la Policía comenzó a cercar al obispo. Primero, el 4 de agosto, acordonando la calle que rodea la Curia. Finalmente, desde el 6 de agosto, agentes de la Policía ataviados con cascos y escudos antidisturbios le impedían salir del Obispado. A estas horas, no sabemos dónde está monseñor Rolando Álvarez ni las otras 10 personas que estaban junto a él en la Curia.

Es llamativo el giro que ha dado Daniel Ortega, que ha pasado de contar con sacerdotes como Ernesto Cardenal en su primer Gobierno, tras el triunfo de la Revolución Sandinista, a perseguir a la Iglesia católica, obligando a obispo a salir al exilio e incluso impidiendo que los fieles acudan a las iglesias.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha enviado una carta a su homólogo nicaragüense en la que le ofrece su oración y el deseo de una liberación inmediata de Mons. Rolando Álvarez y de sus colaboradores.

Desde 'La Linterna de la Iglesia' nos sumamos a esa petición de oraciones del cardenal Omella y su deseo de una pronta liberación.

Hoy hacemos este programa por ellos y por todos los católicos que sufren persecución en el mundo.