El área de pastoral del Deporte, dependiente de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, es muy joven en España. Se creó hace apenas un año (en 2021) y la persona elegida como responsable es Carlos Ballbé, un sacerdote al que todos llaman por su nombre deportivo: 'Litus'.

Carlos Ballbé compitió al máximo nivel en hockey hierba, un deporte muy popular en su Terrasa natal... aunque su carácter y su estilo de vida en la juventud no eran precisamente los más convenientes para un deportista... ni para un joven cristiano. Fiestas, alcohol, mujeres... pero todo eso cambió a raíz de una peregrinación a Medjugore a la que su padre le animó a ir. Litus estaba pasando una mala racha en el deporte... no estaba muy centrado, protestaba mucho, lo expulsaban, causaba incidentes disciplinarios en los entrenamientos... y a raíz de su primera visita a Medjugore le llegaron las medallas, el éxito con las categorías inferiores de la Selección.

Su carrera deportiva volvió a despegar y, en lo personal, su vida entró en una nueva etapa: descubrió su vocación como sacerdote y entró en el seminario. Ahora se ha puesto al frente de la Pastoral del Deporte en España, que es un proyecto interesante que está aún por terminar de definirse. Para eso está 'Litus' allí, para terminar de perfilar este departamento de Pastoral tan particular: para poner las bases e investigar cómo ha de ser la aportación de la Iglesia en este campo.

En la actualidad hay poca presencia de capellanes en los equipos y selecciones, sin duda, una de las parcelas que hay que reforzar. Donde sí sí se ven más iniciativas es en el deporte de base, como ligas interparroquiales o equipos deportivos de los colegios o universidades religiosos. Precisamente esa es una de las tareas de las que está al frente este sacerdote (actualmente párroco en Mataró): hacer un listado con todas las personas e instituciones de la Iglesia presentes en el deporte.