Secuelas tras el aborto: un estudio señala que las mujeres que interrumpen su embarazo sufren el doble de ingresos hospitalarios por problemas mentales
Estudios en Canadá y España, junto a asociaciones de afectadas, señalan consecuencias físicas y psicológicas que chocan con la postura oficial del Ministerio de Sanidad

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El debate sobre la existencia del síndrome posaborto ha vuelto a la primera línea mediática a raíz de la decisión del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid de apoyar una propuesta de VOX para informar a las mujeres sobre los posibles efectos adversos de la interrupción del embarazo. En la sección 'Relatos Imperfectos' del programa 'Herrera en COPE', el periodista Jorge Bustos ha analizado junto a Sergio Barbosa las afirmaciones del Gobierno, que niega "de ninguna de las maneras" la existencia de este trauma.
La evidencia que contradice la versión oficial
La ministra de Sanidad, Mónica García, se apoya en que las principales organizaciones médicas, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el manual de referencia en psicología (DSM), no recogen el síndrome posaborto como un diagnóstico confirmado. Sin embargo, como ha señalado Barbosa, "que algo no haya sido probado o reconocido todavía no da pie a rechazarlo plenamente". El periodista ha destacado que el Gobierno se refugia en que "no hay evidencia científica", pero no puede afirmar que el síndrome haya sido refutado, lo que ha calificado de "anticiencia".
Existen estudios que apuntan en una dirección contraria a la postura del Ejecutivo. Una investigación realizada en Canadá por el Charlotte Lozier Institute siguió a un millón de mujeres durante 17 años y concluyó que las que habían abortado tuvieron el doble de ingresos hospitalarios por problemas mentales. Esta incidencia era más frecuente en mujeres que abortaron con menos de 25 años y durante los cinco años posteriores al procedimiento.
Estas consecuencias existen, son reales, y con una incidencia muy alta"
En esa misma línea se posicionan colectivos como Amasube, una asociación aconfesional y apolítica. Su presidenta, Leire Naválidas, asegura que "estas consecuencias existen, son reales, y con una incidencia muy alta". Además, subraya que no solo son secuelas emocionales, sino también físicas: "Muchas mujeres sufrimos trastornos menstruales, sangrados persistentes, infecciones uterinas o, posteriormente, embarazos ectópicos, así como abortos espontáneos".
El trauma posaborto en la psiquiatría
En el ámbito de la psicología también hay voces que respaldan la existencia de este trauma. La revista Actas Españolas de Psiquiatría ha publicado un estudio de Carmen Gómez Lavín y Ricardo Zapata García que sugiere que el síndrome o trauma posaborto debería ser recogido oficialmente. Según el estudio, este afecta especialmente a mujeres con problemas mentales previos a la interrupción del embarazo.
Ante estos datos, el análisis en 'Herrera en COPE' ha concluido que se detecta "un sesgo desde el gobierno para ir solo en una dirección". Jorge Bustos ha cerrado la sección afirmando que "la libertad de verdad es dar toda la información en un sentido y en otro para que cada cual pueda tomar la decisión de forma libre y responsable".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



