Esta semana hablamos de la velocidad y la precaución al volante a partir de tres canciones que muestran por distintos caminos el riesgo de conducir un vehículo a motor.

Fidel Moreno autor del ensayo ¿Qué me estás cantando?, nos hace pensar con canciones acerca de lo que somos y de lo que no somos. El deseo de la velocidad… y el riesgo de morir en un accidente de tráfico. La cantidad de músicos que han muerto en la carretera...

Para ello, escuchamos tres temas musicales relacionados con el tema automovilístico. El primero es "La moto" de Los Bravos, un tema compuesto por Manolo Díaz, un rock de 1966 muy bien tocado y muy bien cantado, con ese encanto guiri del cantante Mike Kennedy. Esta es una canción que transmite muy bien, con esas guitarras que remedan acelerones, la fascinación que nos produce la velocidad, y tiene además un valor testimonial importante.

El segundo tema es "La carretera" de Julio Iglesias. Si escuchamos bien la letra, habla de un fantasma condenado a vagar por una carretera sin fin. Esta balada de Julio Iglesias, que imita con sonidos de armónica el paso silbante de los coches y los camiones, parece un cuento de Edgar Allan Poe mezclado con esas historietas que nos contaban de pequeños con la niña de la curva.

La última canción es la inmortal "Amigo conductor" de Perlita de Huelva. Esta rumba que termina por fandangos, en ese conflicto entre la libertad de correr veloces y la seguridad de mantenerse con vida, opta por lo segundo, opta por la seguridad de tener precaución y recordar lo importante que es volver sano y salvo a casa y recibir el abrazo de la familia.