Tres horas y cuarto como poco es lo que tarda Diego en ir y volver del colegio. Tiene 12 años y vive en Hospitaled, un pueblecito de Bárcabo, en la provincia de Huesca. Todas las mañanas lo recoge una furgoneta en su casa a las 8:15, que a las 8:30 lo deja en el colegio de Paúles de Sarsa, donde Diego tiene que esperar 20 minutos para hacer transbordo a otro autobús que lo lleva a su instituto, en Aínsa, más o menos hacia las 9:35, casi media hora antes de que empiecen las clases. Por la tarde  repite la misma operación, pero al reves. En total, puede pasar más de diez horas fuera de casa.

Los padres de Diego tratan de solucionar esta situación, pues según la ley, un niño no puede superar una hora por cada sentido de viaje. Según ha denunciado este jueves en 'Herrera en COPE' Celine Bouvet, la madre de Diego, esta situación es "brutal" para él debido al "cansancio" que le genera.

"Diego aguanta lo que puede, por lo menos ve que sus padres luchan para que se cambie el asunto", ha señalado Bouvet. A su juicio, "no tiene que afectar el hecho de que vive a treinta minutos" del centro.

Bouvet ha dicho que hace tres años "el último autóctono de la zona iba de su casa al instituto casi directamente", pero debido a problemas presupuestarios su hijo tiene que invertir en total tres horas.

Además, la madre del niño ha denunciado que Diego está casi media hora sin vigilancia desde que llega al instituto hasta que empiezan las clases, a pesar de que "normalmente los niños transportados tiene que estar cinco u ocho minutos antes de empezar las clases".

Por eso, confía en que se arregle esta situación por los problemas que le genera a su hijo de solo 12 años.