Fernando Vilches, experto en Filología Hispánica: "No he visto la película de Cervantes ni la voy a ver, hay cosas más importantes de su vida que lo que ahí se cuenta"

El filólogo da su opinión sobre 'El Cautivo', la última película dirigida por Alejandro Amenábar y que aborda un episodio de la vida del autor de 'El Quijote'

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

En el panorama cultural español, pocas figuras generan tanto consenso en su importancia y tanta discrepancia en su interpretación como Miguel de Cervantes. La reciente película "El cautivo" de Alejandro Amenábar, que explora los años de cautiverio del autor del Quijote en Argel, ha avivado este debate hasta extremos inusuales. En una reciente intervención en el programa "Herrera en COPE", el doctor en Filología Hispánica Fernando Vilches zanjó cualquier expectativa sobre su postura ante el filme con una contundencia académica: "No, ni la voy a ver". El experto argumentó su posición señalando que "hay cosas mucho más importantes de Cervantes y en la vida como para que hagan una película sobre sus inclinaciones sexuales".

Esta declaración se produce en un contexto mediático donde la cinta de Amenábar ha generado ríos de tinta sobre su aproximación al periodo argelino de Cervantes, especialmente por sugerir una relación ambigua entre el escritor y el gobernador Hasán Bajá. La película, estrenada mundialmente en el Festival Internacional de Cine de Toronto el pasado 7 de septiembre y en cines españoles el 12 de septiembre, representa un ambicioso proyecto hispano-italiano con un presupuesto cercano a los 14 millones de euros.

Una polémica que trasciende la ficción  

El núcleo de la controversia, tal y como alude indirectamente el profesor Vilches en su intervención radiofónica, radica en la representación de la sexualidad de Cervantes. La cinta protagonizada por Julio Peña Fernández como el joven Cervantes y Alessandro Borghi como Hasán Bajá explora lo que el director describe como "una extraña afinidad" entre cautivo y captor . Amenábar defiende su aproximación creativa señalando que "renunciar a la trama homosexual de Cervantes sería como renunciar a mí mismo puesto que yo soy homosexual" .

Sin embargo, esta interpretación choca con las evidencias históricas disponibles. José Manuel Lucía Megías, cervantista de reconocido prestigio y precisamente el asesor histórico de la película, ha sido claro al respecto: considera la teoría del Cervantes homosexual "un mito fruto del desconocimiento y de la transgresión de la década de 1980" . En declaraciones al periódico El Español, Lucía Megías argumenta que "la relación de Cervantes y Hasán Bajá que se retrata en el filme, entre hombres adultos de la misma edad, no era permitida en el islam otomano de la época, que sólo toleraba una forma de sexualidad entre un hombre mayor activo y un amante joven pasivo" .

La postura del profesor Vilches parece alinearse con esta perspectiva académica que privilegia el rigor histórico sobre la especulación cinematográfica. Al enfatizar que "hay cosas más importantes" en la vida de Cervantes, el filólogo apunta hacia aquellos aspectos biográficos que han quedado eclipsados por el debate mediático sobre la orientación sexual del escritor.

 Entre la documentación histórica y la licencia creativa  

El cautiverio de Miguel de Cervantes en Argel entre 1575 y 1580 constituye un episodio biográfico suficientemente documentado. Capturado por corsarios berberiscos cuando regresaba a España tras su participación en la batalla de Lepanto, el autor fue retenido durante cinco años a la espera de un rescate que finalmente pagaron los frailes trinitarios . Las cartas de recomendación que portaba de don Juan de Austria hicieron que sus captores le consideraran "un hombre grave", es decir, un prisionero de alto rescate, lo que explica en parte su prolongado cautiverio .

Amenábar, por su parte, ha explicitado en numerosas entrevistas que su película no pretende ser un documental, sino una "ficción histórica" que explora libremente las zonas grises de la biografía cervantina . La cinta sugiere que fue durante este periodo de encierro cuando Cervantes comenzó a gestar lo que después sería el Quijote, una licencia poética que los especialistas también matizan, ya que "no existen pruebas directas de esta hipótesis", según recoge la publicación National Geographic Historia .

El tratamiento del contexto argelino representa otro punto de fricción entre la aproximación cinematográfica y el rigor histórico. Mientras la película presenta Argel como un entorno de cierta tolerancia sexual, los especialistas recuerdan que se trataba fundamentalmente de un centro de comercio de esclavos donde la violencia era moneda corriente . El propio Cervantes dejó constancia en sus obras de la dureza de aquellas experiencias, especialmente en "El trato de Argel" y "Los baños de Argel", donde describe un ambiente marcado por el sufrimiento de los cautivos cristianos .

Las reacciones del público en plataformas como IMDb reflejan división de opiniones. Mientras algunos espectadores alabaron la narrativa y las actuaciones, otros criticaron lo que percibieron como una distorsión histórica con fines contemporáneos. Un usuario llegó a comentar: "Lamentablemente la película va demasiado lejos al difuminar la línea entre hecho y ficción" .

 El verdadero legado cervantino

La posición del profesor Vilches, quien durante la entrevista también aclaró el equívoco histórico sobre la condición de "manco" de Cervantes -"no era manco, simplemente no tenía la mano inútil, pero tenía mano"- apunta hacia una cuestión fundamental: qué aspectos de la figura cervantina merecen ser destacados y transmitidos a las nuevas generaciones.

Frente a la polémica suscitada por "El cautivo", los especialistas recuerdan que el verdadero legado de Cervantes trasciende con creces cualquier especulación sobre su vida privada. Su contribución a la literatura universal a través del Quijote, su innovación en las técnicas narrativas, su profunda comprensión de la condición humana y su capacidad para crear personajes complejos y multidimensionales constituyen el auténtico núcleo de su importancia histórica y cultural.

Mientras la película de Amenábar sigue generando debate en salas de cine y medios de comunicación, la postura de académicos como Fernando Vilches sirve como recordatorio de que, en ocasiones, las preguntas más relevantes sobre nuestras figuras literarias fundamentales no son aquellas que más atención mediática reciben. El verdadero Cervantes, como el Quijote que creó, parece resistirse a ser encasillado en interpretaciones simplistas, manteniendo intacto siglos después de su muerte el misterio de una humanidad tan rica como inabarcable.