Enrique Ramil empezó cantando en la parroquia de niño. Su madre era la directora del coro, aunque en casa canturreaba por su cuenta. Ha hecho de su música profesión, probando suerte en ''Operación Triunfo'', ''Factor X'' y ''Tierra de Talento'' (de Canal Sur). En este último, consiguió que los jueces acabasen llorando. Y es que la música es su pasión y su vida. Cantó en las calles de Londres y hoy le esperan sus fans en Hispanoamérica, allí le espera una gira. Para él, cada canción es un aroma que emociona. Por eso le dicen: ''eres como un capítulo de Black Mirror, que no puedo ver dos el mismo día''.

Además, es profesor de canto. ''Cuando yo me muera, me gustará gente que utilice mi forma de comunicar, porque considero que es sana'', explica Ramil. Ama las dos por igual: cantar y enseñar.

Su especialidad son los grandes éxitos de las grandes artistas españolas, sobretodo Rocío Jurado y Rocío Durcal. ''Dentro de mí tengo una dama de telenovela, aunque tengo cuerpo de leñador'', comenta el cantante. El secreto para interpretar las canciones es tratarlas como una obra de teatro, con su introducción, nudo, desenlace, emisor y receptor. ''Se trata de honrar el texto y respetar al autor, tratando de no imitar'', apunta Enrique. Sin embargo, si la canción está compuesta por el maestro Manuel Alejandro, es mucho más fácil porque ''no hay trabalenguas, la verdad se cuenta cómo es, sin palabras inventadas''.

Y comparte un deseo: ser tan querido en su Galicia natal como lo es en Andalucía gracias a ''Tierra de Talento'', y en España como lo es en Hispanoamérica.