Descubre la tienda de conservas en Vigo que levanta pasiones en la ciudad
A veces la imaginación no tiene límites y Cristóbal Fernández nos ha contado cómo surgió la idea de abrir un comercio muy peculiar, esta mañana en 'Herrera en COPE'

Descubre la tienda de conservas en Vigo que levanta pasiones en la ciudad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Que la pandemia ha afectado a nuestra economía es innegable y que los pequeños comercios se han visto realmente afectados por ello es un hecho. Sin embargo, a veces siempre hay luz al final del túnel. Mientras algunos comercios echan el cierre, ya sea de forma provisional o permanente, hay otros que saben que es necesario reinventarse. Cargarse de imaginación y demostrar que no siempre todo es tan negro como se pinta.
Esta es la historia de Cristóbal Fernández, un vigués de 24 años que ha abierto una tienda dedicada al mundo de las conservas y los vinos algo especial. Las latas de conservas están personalizadas con dibujos que representan momentos históricos de los últimos ochenta años. Una ilustración para representar un hecho histórico de cada año.
Esta mañana hemos hablado con él en 'Herrera en COPE'. Nos ha contado que ha dedicado “meses para documentarse”, y de esta forma saber escoger ese momento histórico para plasmar en las latas. De momento solo disponen de tres variedades de conservas, pero ya ha advertido que va a sacar más.
“Abrir en estos tiempos es un lastre” ha dicho sobre la decisión de abrir un comercio en plena pandemia y él mismo considera que está haciendo “el máster de los másteres”. Asimismo ha querido añadir que “lo que no aprendes aquí, no lo aprendes en ningún lado”.
La magia de las latas
“No te imagines una lata gris” es lo primero que dice cuando se le pregunta por esas latas tan especiales y coloridas. Todas ellas, con sus colores corporativos están de tal forma que crean una historia. “El objetivo es sacar la curiosidad de esos estuches anticuados y darle un toque creativo” ha afirmado.
“Estamos acercando la conserva a gente que aunque no sean consumidores, se lo llevan como souvenir” ha explicado. La idea, según Cristóbal Fernández, no era otra más que la de “señalar de cada año lo más llamativo”. Algo que ha logrado con la ayuda de su tía. En total son “ochenta pinturitas”, una por cada año.
Sin embargo, ante la buen aceptación que ha tenido, ya están “dando vueltas a seguir un poco más atrás en el tiempo” para ampliar la colección, aunque tampoco descartan hacer distintas líneas “de música, de cine, de inventos”.
“La creatividad no tiene límites” ha concluido.