El futuro de los mayores
Ángeles (89 años): "Mis hijos tomaron la decisión de que entrara en una residencia pero estoy muy bien atendida; tengo un jardín precioso"
El 93% de los españoles prefiere envejecer en casa, pero la falta de adaptación de las viviendas y la soledad empujan a muchos a buscar una alternativa en centros para mayores
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ángeles Beato, de 89 años, vive en una residencia de mayores en Madrid desde febrero de este año y su experiencia ilustra una realidad cada vez más presente en España. En el programa 'Herrera en COPE', Alberto Herrera ha conversado con ella sobre su nueva vida, una decisión que, como ella misma cuenta, "la tomaron mis hijos porque miraron varias residencias y consideraron que esta era la idónea para mí". Sus expectativas se han cumplido "divinamente", encontrando un lugar donde sentirse cómoda y, sobre todo, atendida.
Mi ideal era estar bien, cómoda y, sobre todo, atendida"
Vive en una residencia
La satisfacción de Ángeles es palpable cuando habla del cuidado que recibe, un aspecto que considera fundamental. "Lo supercuidada que estoy a todas horas, que es muy importante", ha confesado a Alberto Herrera, destacando la profesionalidad de las auxiliares. Además de la atención constante, disfruta de los espacios del centro, como el jardín, al que puede bajar sola con su andador, un detalle que refleja su conservada autonomía dentro de un entorno seguro y adaptado.
La creciente demanda de plazas y la soledad no deseada
El caso de Ángeles no es aislado. Bárbara Archilla, desde la residencia Amavir, ha confirmado en COPE que la demanda ha crecido exponencialmente desde la pandemia de COVID. El centro tiene el aforo completo y la lista de espera es de duración incierta, ya que depende de múltiples factores y del perfil de cada solicitante. Esta residencia, con 20 años de trayectoria, ofrece tanto plazas públicas como privadas, pero la alta ocupación es un reflejo de la situación a nivel nacional, donde roza el 90%.
Pareja de ancianos
Elena García, directora de la residencia, ha añadido un matiz importante: no todos los residentes tienen dependencia. Cada vez es más frecuente encontrar personas que, aunque conservan sus capacidades funcionales y cognitivas, sufren la llamada soledad no deseada. "Es esa pérdida de de contacto social, de esa red sociofamiliar que va faltando", ha explicado García, quien señala que este factor es fundamental para la salud y el bienestar de las personas mayores.
El reto de envejecer en casa: un deseo mayoritario pero complejo
A pesar de que el 93% de los españoles quieren vivir en su casa el mayor tiempo posible, la realidad impone sus propias reglas. La falta de una conciliación real que permita a las familias cuidar de sus mayores y las barreras económicas son determinantes. Las residencias privadas pueden costar hasta 3.000 € al mes, un importe inalcanzable para muchos, mientras que las públicas tienen listas de espera que superan el año, siendo además solo una de cada cuatro del total.
Ciudades y viviendas no preparadas para el futuro demográfico
El contexto más amplio, analizado también en el programa de COPE por la arquitecta Paz Martín, revela por qué envejecer en el propio hogar es un desafío. Martín ha señalado que el 80% de las casas que existen hoy en España no están adaptadas, careciendo de elementos básicos como ascensores o rampas. A esto se suma un diseño urbano hostil, con aceras estrechas, adoquines sueltos y semáforos demasiado rápidos, lo que convierte a las ciudades en un entorno difícil para una población que en 2050 tendrá un tercio de personas con más de 65 años.
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