"Cada 'no me consta' de Sánchez es una declaración de debilidad, es una pista de lo que teme"

Escucha el análisis de Carlos Herrera del viernes 31 de octubre

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Le hemos llamado a la comparecencia de ayer, 5 horas con Pedro. 5 horas de Pedro para todos nosotros. Pedro en exclusiva, para los españoles, con el cuajo de calificar de circo a la Comisión del Senado, no por un calentón, sino porque lo tenía preparado desde casa. ¿Consiguió ayer Sánchez su objetivo? Es decir, convertir la comisión del caso Koldo en un guirigay, del que extraer pocas explicaciones sobre las corruptelas del PSOE. Pues, a lo mejor, pero su triunfo es a la vez su propio fracaso.

De lo de ayer, se puede corregir que ni puerta grande ni enfermería. Sánchez se había preparado bien la comparecencia. Bien preparada, mucho. Con muchos folios, párrafos rayados, iluminados, larguísimas explicaciones para agotar el tiempo, con toda esa preparación previa a la que lleva escrito, hasta los chistes. Y a pesar del peloteo de los cheerleaders, de todos los pedristas, que son todos los socios, Sánchez no logró romper la imagen de un hombre acorralado por los casos de corrupción.

La estrategia del 'no me consta'

Él fue el ataque siempre, porque siempre lo hace para defenderse, y repitió hasta la extenuación, pues lo de la el circo, la comisión de difamación y la máquina del fango, bulos, fachosfera, toda esa chatarra dialéctica que ya conocemos. Pero todo eran trucos, eran tretas, para eludir respuestas que se le pedían sobre todos los escándalos que le afectan. La estrategia que ayer llevaba Sánchez era alargar, como les digo, respuestas, o sea, no contestar a lo que se pregunta y marear la perdiz.

Luego provocar, buscar la bronca, sobre todo con el presidente de la comisión. Y el tercero es el 'y tú más', que hizo gala de una prodigiosa memoria selectiva, porque él no recuerda nada de lo que le afecta. 

Ayer fue el rey del 'no me consta'. Pero, oye, se sabe, le dije a los casos de corrupción del PP. Si le preguntabas por los sobres de Ferraz, te replicaba con los de Génova. Su familia, pues, contestaba con la de Ayuso. 

Por allí aparecía Kitchen, la policía patriótica, la Gürtel, ni decir.

Cuando la situación ya era agobiante, cuando ya había gastado todos los trucos anteriores, cuando estaba particularmente más acorralado, Sánchez tenía que recurrir al último comodín, que seguramente es lo que le ha dicho su abogado. 

Oye, tú dices, no me consta, porque como te pillan en una mentira, tienes un problema, no me consta. No me acuerdo, no sabría decirle. ¿Por qué? Pues porque no puede mentir, pero tampoco puede reconocer la verdad, por lo cual esa fórmula del no me consta le permite quedarse en ese burladero sin incurrir en delito.

Las contradicciones y olvidos

Cada 'no me consta' de Sánchez en su testimonio de ayer, es una declaración de debilidad, es una pista de lo que teme. Cayó en varias contradicciones. Se hizo el gracioso, pero cayó en contradicciones que le dejan a los pies de los caballos. Eso de decir que no conoce a Aldama, que apenas tuvo trato con Koldo, Oiga, Koldo fue el custodio, el custodio de sus avales. ¿Qué tendrá que decir Koldo cuando escuche a Sánchez decir que apenas le conoce?

Es muy interesante recordar todas las veces que Sánchez tuvo que recurrir al no me consta. No le consta que el antiguo gerente Mariano Moreno le avisara de las corruptas de Ábalos

No le consta que Rodríguez Zapatero interviniera en el rescate de Plus Ultra. No le consta que la empresa de prostíbulos del suegro contribuyera a la financiación de su campaña de primarias sobre el PSOE y no recuerda cuántas veces cobró en metálico del PSOE. Sí que fue tajante al negar la responsabilidad de su esposa en la trama de Europa, y lo que les digo, que apenas conoce a Aldama, claro, hasta que le saca la foto.

El resto de actores

Un detalle muy llamativo, en toda su comparecencia, la negativa a criticar a José Luis Ábalos o a Santos Cerdán. Ante acusaciones muy graves, Sánchez solo supo escudarse en una montaña de latiguillos preparados desde casa. 

No lo sé, no me consta, no me acuerdo. Los senadores que le interrogaron, pues, se puede establecer dos grupos. Los cheerleader de Sánchez, Bildu a la cabeza, y los de la oposición, el menos eficaz, el de Vox, que se perdió demasiados asuntos en la hiperventilación, todo lo contrario que la representante de UPN.

El representante del PP se llevó prácticamente todo el protagonismo de la sección. Tuvo todo bronco con Sánchez, y no le dejó hablar, pero es el que puso a Sánchez con más dificultades. Y el que le obligó a refugiarse en esos no me no me consta. 

Por cierto, las bases de Junts, qué sorpresa. Ratificaron para amplia mayoría la decisión de Puigdemont de romper con Pedro Sánchez. Y veremos en las próximas horas qué piensa Carlos Mazón, que ayer alimentó los rumores, sobre su continuidad política, porque dijo que ha abierto una reflexión sobre lo ocurrido.

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