Seguro que alguna vez has querido participar en una fiesta épica, ya sea el Oktoberfest de Alemania, el Carnaval de Brasil o la Mardi Gras de Nueva Orleans, en EE. UU. Fiestas grandes y salvajes de todo el planeta, que van desde bailar en un remolino de colores en el Holi festival de la India a lanzar tomates en la gran fiesta de la comida española, La Tomatina, por las que merece la pena cruzarse el globo.

Este jueves en 'Herrera en COPE' los oyentes de Carlos Herrera han relatado sus aventuras más locas, desde fiestas en pisos de estudiantes a reuniones de amigos y familiares. Entre todas las llamadas ha destacado la de Javier. Su peripecia memorable ocurrió en el carnaval de Cazorla, en Jaén, en 1996. Era la típica fiesta de estudiantes con “poco dinero, mucho alcohol y poca comida”.

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Con sus amigos se disfrazó de apicultor. “Éramos siete apicultores para una abeja”, ha dicho, pero “llevaban un moco como un general” Cuando se marcharon del piso de estudiantes donde estaban bebiendo al pabellón donde era el baile de disfraces le tocó, al ser “eel más canijo”, ir en el maletero del coche.

La mala suerte hizo que se olvidaran del 'fósforo'. “Me desperté a las cuatro de la mañana. Aparece la abeja con una antena doblada, abre el maletero y mi intención era ir a pegarle, pero tenía las pierdas dormidas, medio congeladas y me cai de boca”, ha recordado.

Y es que, hay fiestas realmente locas. Y no solo eventos a los que acuden los famosos de Hollywood con personajes internacionales. Si por algo somos conocidos los españoles es por nuestra tendencia al disfrute, algo de lo que este jueves han dado buena cuenta los 'fósforos' de Carlos Herrera.