Este lunes también nos deja la historia de unos investigadores españoles que pretenden hacer la vida de los bebés prematuros, mucho más fácil.

Cada año nacen en Europa 25.000 niños con menos de 26 semanas, niños a los que acostumbramos a ver descansando en el interior de una incubadora y que tratan de recibir el calor de los suyos a través de un cristal.

Pues bien, varios investigadores del Hospital San Juan de Dios y del Hospital Clínico de Barcelona están trabajado para lograr sustituir el útero materno por una placenta artificial en lugar de una incubadora. Y que así el bebé pueda desarrollarse de la forma más natural posible durante las primeras semanas. Algo crucial para su desarrollo vital

Los investigadores pretenden crear una bolsa líquida y blanda que imite lo máximo posible al útero materno y que a través de un cordón umbilical artificial, el pequeño pueda recibir todos los nutrientes, hormonas y sustancias que produciría una placenta real.

El proyecto pretende lograr su objetivo en un plazo de cinco años y supondría una esperanza para muchos padres.Una esperanza para que su hijo pueda nacer más sano, más desarrollado y con menos secuelas...

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