Anne Brokenbrow es una ancianita de 104 años que reside en un hogar geriátrico de Bristol, en el Reino Unido, donde acaba de confesar el sueño que le gustaría cumplir antes de su muerte.

No se trata de montar en globo, de dar la vuelta al mundo, plantar un árbol o escribir un libro. Su deseo es ser detenida, esposada, porque quiere estar, al menos, durante unos minutos en el "lado equivocado de la ley", según ha dicho.

Este extraño deseo se conoció después de que una organización benéfica invitara a los residentes del geriátrico a participar en una actividad que consistía en escribir en una hoja sus deseos y sus datos personales, para luego introducirlos en una urna.

Las peticiones fueron colgadas en un “tendedero de los deseos”, ubicado en varios establecimientos de la zona con la intención de que los clientes que acudiesen hicieran realidad los sueños de los ancianos.

El de Anne resultó inusual y llamó la atención de la Policía local, hasta el punto que ha prometido complacerla. Mañana, los agentes acudirán a la residencia, colocarán las esposas a la mujer y la detendrán.

De esta forma, la anciana habrá cumplido su sueño y sentirá lo que es estar en el lado equivocado de la ley. Ya podrá caminar tranquila por los verdes campos del Edén, cuando venga a visitarla La Parca.