Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en las gestiones de Pedro Sánchez:

No quiero rebatir opiniones de mis compañeros, seguramente con más información de la que yo dispongo, pero convendrán conmigo en que, cuando los partidos van a la greña, y se llenan de corrientes, disidentes, peñas y aspirantes a líderes, les criticamos por el guirigay, y los votantes les censuran en las urnas dándoles menos votos.

Y, si como sucede ahora, el partido es una piña alrededor del líder, y todos parecen formar parte de un disciplinado coro, que une sus voces a lo que dice su director -sea una cosa o la contraria- les acusamos de estalinismo. Vamos, que nunca nos tienen contentos.

Desde luego, Pedro I, El Mentiroso, ha logrado la unión del partido, y, menos mal, porque bastante trabajo tiene atendiendo los caprichitos del Cobarde Prófugo, o excarcelando asesinos, según le pide un antiguo compañero de los asesinos, un tal Otegi. Ya sólo le faltaba llegar a Ferraz, y encontrarse con varios Emilianos Garcías Pages, planteando problemas.

El bueno de Emiliano, viendo la dictadura del PSOE, ha preferido irse a China, que es una dictadura, pero no disimulan. Fíjense cómo será el mérito de Pedro I, El Mentiroso, que no hay problemas, ni siquiera en la Federación Socialista Madrileña, que siempre fue un pantano lleno de serpientes y arenas movedizas.

Cuando Tarradellas vino del exilio para ser el presidente de la Generalitat, se entrevistó con los líderes políticos de la España de ese momento. Y, cuando se reunió con Felipe González, enseguida, el viejo zorro le preguntó: “¿Y cómo tiene usted a la Federación Socialista Madrileña?” Porque Tarradellas sabía cómo se las gastaban en Madrid los socialistas de los año treinta del pasado siglo.

Bueno, pues ahora, una balsa de aceite y encantados con la amnistía y que les regalen 15.000 millones de euros a Cataluña. Ya sólo falta un pequeño detalle: unido el partido y el Gobierno, la guinda sería la creación de un Club de Fans de Pedro I, El Mentiroso, formado por miembros del Gobierno, del Partido y de los votantes.

Claro, se plantea la duda de quién iba a ser el presidente, porque podría acarrear celos y aromas de sucesor. Pero la solución indudable, y la que aceptarían todos, sería nombrar Presidente del Club de Fans de Pedro I,El Mentiroso, a Pedro I, Mentiroso. Unidos así Gobierno, Partido y Club de Fans. Bingo completo.