Luis del Val pone el foco de la imagen del día de 'Herrera en COPE' en las decisiones del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, con algunas acciones que lleva a cabo el Gobierno:

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La arrogancia y la jactancia son las señas de identidad del chulo, y en España tenemos un amplio catálogo. Ahí tenemos, por ejemplo, al señor Aragonès García. Así, al pronto, puede que no caigan en quién es el señor Aragonés García. Me sucedió a mí lo mismo, cuando leí un artículo de mi buen amigo, poeta y escritor, Juan Van Halen, que es como él escribe el nombre de Pere Aragonès.

Y es que, claro, García es el apellido que más abunda en España, y el apellido de su señora madre, pero el secesionismo es tan fanático que algunos hasta despachan a su madre. Bueno, pues el señor Aragonès García no va a enviar a su consejero de Economía a la reunión que se va a celebrar con los consejeros de autonomías de toda España, porque a él de España sólo le interesa que le paguen la inmensa deuda que ha contraído el separatismo catalán, y que le den la amnistía, primera parte, para llegar al referéndum, segunda parte, y separarse de un país habitado por bestias carroñeras con un algún defecto en el ADN, que es como el antecesor en el cargo que hoy ocupan el señor Aragonès García, definía a los españoles.

Total, si Pedro I, El Mentiroso, ya les ha ofrecido a los secesionistas que se queden con todos los impuestos que recauden, no enviar a su consejero de Economía a que se reúna con los consejeros de las autonomías de segunda división, habitados por seres notablemente inferiores, más que chulería, parece un acto de coherencia.

También es coherente que el padre del señor Aragonès García hiciera su fortuna con el Dictador Franco, y hasta fuera alcalde de su pueblo con el patrocinio de uno de los ministros de Franco, Manuel Fraga Iribarne.

Ya vendría Aragonès García a liberarlos del yugo español, a su rica familia y a toda Cataluña. Y lo de que el Tsunami y los desórdenes fueran subvencionados por el cobarde Prófugo, enviando dinero desde Bruselas -como queda reflejado en un informe de la Guardia Civil- no va a empañar unas negociaciones que van viento en popa, mientras 37 millones de españoles, representados por las autonomías de segunda división, se repartirán las migajas que queden.

Y a lo peor tiene razón Quim Torra en lo del ADN de los españoles, porque ante tanta chulería y desprecio, casi nadie dice nada.