Del Val: "Entiendo el mutismo de Garzón, estaba sumido en profundas reflexiones del sexismo de los juguetes"
El profesor le explica al ministro de Consumo que por mucho que se esfuerce, "las diferencias entre niños y niñas no tiene que ver con la igualdad"

Del Val: "Entiendo el mutismo de Garzón, estaba sumido en profundas reflexiones del sexismo de los juguetes"
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la campaña contra los juguetes sexistas del ministro Garzón:

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[ESCUCHA AQUÍ LA IMAGEN DEL DÍA DE LUIS DEL VAL EN "HERRERA EN COPE" DEL VIERNES 10 DE DICIEMBRE]
"Por fin entendemos ese largo silencio del ministro de Consumo, ese mutismo inexplicable ante la subida de la luz, la subida de las gasolinas y la subida de los alimentos. No hizo ninguna declaración, porque estaba sumido en profundas reflexiones sobre el sexismo de los juguetes. Les voy a contar una historia de juguetes sexistas de hace medio siglo. Del año 1970, exactamente, porque es que esto es ya un clásico, sin ninguna novedad. Yo era un jovencito recién salido de la adolescencia y progre, claro. O sea, un tonto contemporáneo que se creía todo lo que venía de la izquierda. Y la mayoría de mis amigos, mucho más mayores que yo, pero también progresistas de carnet. Uno de ellos, tenía una hija de seis años y un hijo ocho, y decidió poner en práctica la teoría del sexismo en los juguetes, y los Reyes Magos le trajeron a la niña un camión, y al niño una muñeca. Nos lo contó mucho antes, satisfecho de pasar de las musas al teatro, o sea de la teoría a la realidad. Los niños se quedaron muy sorprendidos, creyeron que los Reyes se habían equivocado, y quisieron cambiar los regalos, pero mi amigo progresista lo impidió en nombre del progresismo. A las pocas horas, la niña, con un jersecito suyo, se hizo una especie de chal, en el que envolvió al camión y le cantaba canciones. ¿Y el niño? El niño arrastraba la muñeca por el suelo y la empujaba como si fuera un coche, y hacía ruidos de motor con la boca. Historia auténtica.
Cuando hice prácticas de maestro nacional no existía la coeducación, pero como padre he tenido la oportunidad de contemplar un recreo en las escuelas mixtas. Niños y niñas están todos juntos en clase, pero en el recreo, sobre todo a partir de los seis, siete años, se suelen separar, y las niñas conversan más entre ellas, y los niños, en cambio, disfrutan empujándose, poniéndose la zancadilla y otras finuras gorilescas. La diferencia, ministro, no tiene nada que ver con la igualdad, porque todos somos diferentes. Y hay diferencias fisiológicas, hormonales, porque la progesterona y la testosterona, nos provocan tendencias de conducta. Angela Merkel no es admirada gracias a los juguetes que tuvo de pequeña. Y Margarita del Val, la epidemióloga, no creo que jugara con pistolas de niña, mis queridos y analfabetos tontos contemporáneos".