Esta semana Javier Negre ha querido dedicar su informe a una desaparición que tiene en vilo a Arenas, un pueblecito de 1.000 habitantes de la Axarquía malagueña. Hablamos de la joven rumana Dana Leonte que es madre de un bebé de siete meses y lleva en paradero desconocido desde hace 20 días. No hay ninguna pista que aclare el enigma.

La última vez que se la vio según declaró Sergio, el novio, fue el pasado 12 de junio. Según su versión, la mujer fue al domicilio en el que convivían, se llevó mil euros y ropa. Apagó el móvil y se esfumó. Al día siguiente, su pareja denunció la desaparición y el abandono de su hija ante la Guardia Civil. “Se ha largado y me ha dejado solo con una niña de siete años”, les dijo a los agentes. Sergio llamó a su cuñado, el hermano de Dana cuando denunció la desaparición.

Negre confirma que ha hablado con un agente de la UCO que está participando en la investigación y decía que todas las hipótesis están abiertas: desde la desaparición voluntaria hasta una desaparición forzosa. Están siendo muy cautos, ellos siempre van por delante, pero reconocen que a día de hoy no tienen claro qué le ha ocurrido a una chica que lleva viviendo en España 15 años.

Según la versión del novio ella se encontraba agobiada por unas deudas que había contraído una deuda de 12.800 euros con un prestamista con el que había tenido una relación íntima y por eso decidió huir. Le habría dado el dinero para comprar Los Pilares, el bar que regentaba desde hacía un mes en Vélez-Málaga, a diez kilómetros de Arenas. Para acreditar su versión, el novio puso en conocimiento de las autoridades una serie de whatsapps y mensajes sonoros con las supuestas amenazas de ese hombre a Dana.

Eva, la hermana de Sergio también incidió en la misma versión. En que debía dinero al prestamista y a otros trabajadores de un bar que tuvo que cerrar en Torre del Mar a principios de año.

Negre ha querido recabar la versión del prestamista y resulta que él niega que su desaparición tenga que ver con las deudas contraídas con él. Lo que dice es que su huida tiene que ver más con que no se encontraba agusto con su entorno social y por la incomodidad que le suponía cuidar de un bebé, que según este hombre, no fue deseado. Ayer mantuvo una conversación de WhatsApp con el hermano de Dana donde se mostró muy preocupado por recuperar su coche que esté inmovilizado por la Guardia Civil en la finca donde vivía.  

La relación entre Sergio y Dana era conflictiva según el testimonio de varios vecinos. Andaban siempre a la gresca e incluso ella le denunció por malos tratos, una denuncia que fue archivada. A él le pusieron una orden de alejamiento durante un mes, tiempo en el que, según mantiene él, ella mantuvo una relación con un sargento de la Guardia Civil. Cuando se archivó la denuncia y acabó la orden de alejamiento, Dana y Sergio volvieron. Era una relación tóxica, de idas y venidas y donde, según la familia de él, ella había sido infiel en alguna ocasión. 

Desde el principio se puso en el foco de la investigación a Sergio, algo que le molestó. Negre habló con él este fin de semana y confirma que estaba bastante tranquilo. Mucho más que hace unos días cuando cargó duramente contra los agentes que le interrogaron. Llegó a denunciar coacciones:  “O confiesas que la mataste o te comerás 20 años en prisión”.

Los agentes están contrariados porque creen que el joven sabe más de lo que cuenta. Creen que él puede tener la clave para la resolución del caso. Los agentes rastrearon toda la finca donde vivía con Dana y con su hija de siete meses.

Se trató de un registro de siete horas. Un despliegue de 15 agentes de la Guardia Civil, con un perro especialista en detectar restos biológicos, un helicóptero y un dron encargado de peinar la zona y tomar fotografías aéreas,  Hicieron una exhaustiva inspección ocular y los agentes hicieron hincapié en unas hogueras que se hicieron en las horas previas a su desaparición, según varios vecinos, y en las paredes que habían sido pintadas recientemente. Recogieron muestras en las zonas que marcaron los perros, que están siendo tratadas en los laboratorios de criminalística y a la espera de resultados. La búsqueda también se extendió hasta pozos, albercas y cañadas de la zona. Están peinando todo el monte Bentomiz palmo a palmo en un radio de cinco kilómetros desde la finca en la que vivía Dana. Se están interrogando a posibles conocidos y a la espera de algunas pruebas tecnológicas relacionadas con la geolocalización de terminales móviles. 

Desde la familia de Dana, su hermano dice que es imposible que la joven haya huido a su país porque tenía la documentación caducada y que en su país no ha avisado a ningún familiar ni amigo. Asegura que su hermana jamás se habría ido sin avisar y menos en un momento en el que según él había conseguido tener un bebé que llevaba tiempo buscando.

Es tiempo de que sean los agentes de la Guardia Civil los que determinen su paradero y de rezar porque vuelva a casa sana y salva.